Por Milagros Nores 

La temporada de esquí es un gran signo de pregunta en todo el país. A esta altura del año, las actividades asociadas al sector ya estarían haciendo girar la rueda con los últimos ajustes. Lejos de esas previas de temporada que desperezan los ánimos y movilizan preparativos de todo tipo, sobrevuela en Esquel un discreto silencio. No hay una confirmación y nadie arriesga cuándo sería la apertura del CAM La Hoya.

Los tres clubes de esquí que funcionan en Esquel: Andino, Slalom y Esquel Ski Club se reunieron esta semana para cumplir con un pedido de la empresa concesionaria. Sin certezas, el mensaje fue claro: tienen que estar listos para funcionar en tiempos de pandemia con un protocolo común, que se unirá al del propio centro de Esquí y será aprobado a nivel provincial.

Los principales referentes de las tres entidades: Guillermo Glass por el Club Andino, Ramiro Ruiz por el Slalom y Juan Cruz Lirio por el Esquel Ski Club dialogaron con EQS Notas. Las comisiones están en contacto, comparando sus realidades afines y dispares. Es imperiosa la cooperación, poder consensuar un modo de funcionamiento. Abrir tarde, pero abrir al fin siempre será mejor que la no-temporada.

Funcionamiento posible, costos y realidad de cada club 

Desde el Esquel Ski Club, Juan Cruz Lirio comentó que la situación de este club, el más nuevo del cerro, es más flexible debido a que no cuentan con una sede y tienen una estructura mínima. "De todos modos decidimos aprovechar a la ayuda financiera para clubes que está dando Nación a través de Chubut Deportes".

La Hoya: Clubes de esquí trabajan unidos mientras esperan la señal

"Desde que empezó todo esto estamos en contacto con otros clubes, buscando protocolos. Amigos y colegas de Andorra nos enviaron su forma de trabajar, porque ellos llegaron a estar dieciséis días abiertos después de que se declaró la pandemia y lo estuvimos analizando. En este momento todavía tenemos instructores varados en Andorra, eso puede ser un punto complicado a la hora de abrir. Sin embargo ya tenemos chicos que adelantaron cuotas para ir a esquiar".

"Si hubiera temporada, en unos días podemos activarnos, somos un club chiquito. Lo esencial que se estuvo evaluando y ahora se va a compartir en conjunto con los otros clubes es el transporte, las butacas y la situación de los niños menores de ocho años, que es más complicado que puedan adaptarse a los protocolos. Además, en nuestro caso como no tenemos sede, no podríamos parar en las confiterías por el tema del distanciamiento físico y cuando hay viento y tormenta se complica".

La Hoya: Clubes de esquí trabajan unidos mientras esperan la señal
La Hoya: Clubes de esquí trabajan unidos mientras esperan la señal
La Hoya: Clubes de esquí trabajan unidos mientras esperan la señal
La Hoya: Clubes de esquí trabajan unidos mientras esperan la señal

Por su parte, desde el Slalom Club, Ramiro Ruiz comentó que según pudo conversar con la empresa Don Otto, sigue estando la idea de abrir y tener a los clubes funcionando. "Comenzamos a intercambiar ideas para ver qué cosas se pueden coordinar, como el transporte, en caso que se habilite, con qué restricciones, cómo se organizará el refugio y también tuvimos contacto con Mariela Sánchez (secretaria de deportes), que se puso a disposición".

Ramiro recordó que el club "se reformuló hace poquitos años y eso estaba muy bueno. Tuvimos cadetes 2, hacía por lo menos 20 años que el Slalom no tenía. Imaginate que quedarse un año sin temporada es como que te peguen un fierrazo en la nuca. Mucho esfuerzo por parte de profesores también, porque se embarcaron en el proyecto y hubo ofertas laborales bastante más jugosas en otros centros" se lamentó.

La Hoya: Clubes de esquí trabajan unidos mientras esperan la señal

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Con respecto al nivel de entrenamiento que requieren los chicos que compiten, Ramiro aclara que "acá en Argentina comparativamente no somos primer nivel, pero un chico que ya está en cadetes 2 o un juvenil realmente una temporada menos lo afecta mucho".

"Como club, el costo más grande es el transporte. Hoy es difícil pensar en la tarifa para escuelas. Tuvimos una optativa que ya quedó en la nada por esta situación. Después está el mantenimiento en el refugio de La Hoya y hay compromisos con la Federación de Esquí. Lo positivo es que el socio sigue pagando la cuota. Vamos afrontando los gastos corrientes, pero después no hay mayores costos ni infraestructura, por eso no estamos tan complicados. Para nosotros es importante que el socio siga jugando a favor del club".

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Ramiro Ruiz

Uno de los temas que sí podría complicar es la convocatoria a los instructores. "La enseñanza del deporte la hacen profesionales y si no tenemos una definición de tener temporada de esquí, hay riesgos de que se vayan a otro lado donde sí haya. Lo cierto es que como club nunca contás con un número de preinscriptos para decir ´me embarco y contrato 20 instructores´ Siempre lo vas conversando y generás como un precontrato con un compromiso de trabajo que después hay que cumplir".

Por su parte, el presidente del Club Andino Esquel, Guillermo Glass describió otro panorama más complejo. El Club Andino cuenta con una gran sede en el centro de la ciudad y con un refugio en La Hoya, un punto de reunión muy convocante y familiar para sus socios.

La Hoya: Clubes de esquí trabajan unidos mientras esperan la señal

"Estamos armando nuestro funcionamiento interno. Para nosotros poder abrir en la fecha que sea es mucho mejor que no abrir. Después habrá que barajar si es rentable o no. Está el costo del gas, la leña, el cuidador, limpieza, cocinero, etc. Tenemos una situación muy compleja. Nosotros apelamos a toda la ayuda económica que ofrece Nación y estamos logrando cubrir sueldos. El socio ayuda con la cuota social, porque no dejamos de ser un club privado, que deben hacerlo rentable sus socios. Eventualmente habrá que apelar al socio si se complica más. Nuestra dificultad es que tenemos una estructura que nos consume mes a mes. Hoy por hoy no se está pagando nada más que los sueldos" detalló.

En cuanto al protocolo en el cerro, explicó que "tenemos que someternos a lo que decida la empresa. Son tres factores de complicación: el traslado, el refugio, y cómo vamos a esquiar. Lo que se está barajando es manejar una capacidad de un 50%. Todo debe someterse a revisión, pero tenemos un boceto. Lo conversado hasta el momento es que si se habilita el transporte, que la misma combi suba siempre a los mismos chicos sentados en el mismo lugar, para que si uno presenta sintomatología se aíslen quienes siempre viajaron con esa persona. Otro factor son los medios de elevación: antes subíamos chicos muy pequeños con adultos pero ahora va a estar difícil sentarlos en la cuádruple si tienen que ir solo dos personas".

La Hoya: Clubes de esquí trabajan unidos mientras esperan la señal

Otro de los pedidos a los clubes es el control de temperatura antes de subir al cerro, más allá de las cámaras térmicas que instalaría la empresa para empleados y turistas "Si alguien tiene fiebre no sube" explicó.

"Los servicios gastronómicos de La Hoya si se abren, seguramente apuntarán a todo descartable. En ese caso habrá que evaluar si se podrá ofrecer la comida en nuestro refugio. Lo necesario es reducir el tránsito y esto va a complicar a los más pequeños. De diez años para arriba respetan mejor las normas pero el distanciamiento social es muy complicado".

"Estamos buscando cómo armar una posibilidad con un producto de escuela para ofrecer al socio. Obviamente los chicos que entrenan necesitan subir. El director de escuelas, Gustavo Rossi tiene la intención de seguir en el club y está en contacto con los profes. Tenemos la esperanza de que esto funcione, pero si no hay invierno la deuda para el club va a ser muy alta y habrá que evaluar qué camino tomar" reconoció Glass.