Una dolorosa noticia se conoció este lunes a la noche: a los 30 años murió Mariana Ditzel, la joven de Comodoro Rivadavia que esperaba hace varias semanas un trasplante de corazón. Sufría miocardiopatía dilatada no compactada y estaba primera en la lista del INCUCAI.

El 14 de enero, Mariana y su novio, Renzo Mamani, llegaron a Buenos Aires para que la mujer se realice algunos estudios. Tenía una internación prevista para evaluar el estado de sus órganos y si estaba apta para recibir el trasplante.

Sin embargo, los especialistas notaron un importante deterioro en su corazón y le informaron a su familia que lo mejor era que quede internada a la espera del trasplante. Una arritmia la llevó a sufrir un paro de 13 minutos y a esto se sumaron las dificultades para encontrar un medicamento discontinuado en el país, que finalmente llegó desde Canadá el pasado viernes, pero ya era tarde. 

Murió Mariana Ditzel, la chubutense que esperaba un trasplante de corazón

Más allá de la llegada del medicamento, los médicos habían informado que era muy necesario el trasplante ya que llevaba demasiado tiempo conectada a un equipo ECMO.

El sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea o ECMO, por sus siglas en inglés, es un equipo de ventilación mecánica que permitía  realizar la función respiratoria y limpiar la sangre, mientras los pulmones permanecían menos activos.

Murió Mariana Ditzel, la chubutense que esperaba un trasplante de corazón

Sin embargo, la propia familia de Mariana había adelantado que la situación "estaba más delicada", al haber coágulos en el pulmón derecho que drenaban y aparecían de nuevo, según detallaron a ADNSUR.

"En estas condiciones hoy no puede recibir un órgano por la infección, sería muy riesgoso.  Los coágulos son controlables. Hay que controlar la infección para volver a estar en condiciones de que reciba un órgano", habían explicado.

Miles de personas se unieron a la difusión del caso de la mujer comodorense que alcanzó cada rincón del país, y se espera que sirva para tomar conciencia de acá en adelante, teniendo en cuenta la frase: "Los órganos no van al cielo".

Fuente: ADNSUR