El Juez de Paz de Trevelin, Hugo Molares, cuya historia trascendió en los medios nacionales, regresó al país desde Bolivia y habló en exclusiva con EQSnotas.

Lo hizo con la angustia de dejar a su hijo Facundo internado, en coma inducido, en el hospital japonés de Santa Cruz de la Sierra, y luego de atravesar una película de terror.

"La policía de Santa Cruz, cuando nos dio salida nos dijo que cuando supieran mi apellido, Molares, nos iban a masacrar" aseguró el juez Molares, al relatar las razones por las que tuvo dejar solo a su hijo en ese país.

Lo cierto es que Facundo Molares perteneció a las FARC pero dejó las armas hace dos años. El infortunio de haber quedado internado por una insuficiencia renal grave en ese país, en el marco de un viaje desde Argentina por trabajo, dio lugar a "un montaje" de la policía al investigar de quién se trataba según explica su padre a EQSnotas.com

-¿Cómo es la situación actual de salud de Facundo? 

-Mi hijo sigue internado con esa patología que es insuficiencia renal aguda. Por suerte ha experimentado una leve mejora. Lo que me preocupa a mí es su salud. Está con una consigna policial. Estoy en contacto permanente con el cónsul, que me va pasando los partes de su salud y además va a intervenir la Cruz Roja.

-¿Cómo llegó Facundo a Bolivia y por qué resultó internado?

-Ese montaje que hicieron en Bolivia fue la propia policía, porque encontró que mi hijo tiene antecedentes. El fue oficial de las FARC, eso es cierto, pero también es cierto que en 2017 él se acopló al proceso de paz que hubo en Colombia, un acuerdo que estuvo homologado por Naciones Unidas, entregó su arma, se retiró y se vino a vivir acá.

"Él estaba haciendo un viaje trabajando para la revista Centenario como fotorreportero, tenía previsto estar el 28 de octubre en Argentina. Se descompone y eso le impide viajar. Alcanzo a tener contacto por WhatsApp donde me dice que no sabe qué contrajo, si lo picó algo y que está con fiebre. Al otro día me dice que tiene que hacerse estudios, que a lo mejor tiene hepatitis, pero que está con amigos y que me quede tranquilo. Pierdo contacto y a los días me dicen por una llamada anónima que está internado en el hospital japonés en Santa Cruz de la Sierra.

"Llegamos allá con mi esposa a la noche y alcancé a estar con él un rato. Entré al hospital, lo identifiqué, porque lo habían dejado como NN, no sé si perdieron los documentos. Al estar sin documentación, por protocolo avisaron a la policía.

"Entro, lo veo a mi hijo en una camilla, con respirador artificial, en estado de coma inducido pero en sala intermedia. Estoy diez, quince minutos y pido hablar con el médico. Me muestra unas radiografías, me dice que tiene perdigones en la cabeza, de vieja data. Me explica que lo consultó con un neurocirujano y que acordaron que si estaba viviendo con eso era más peligroso operarlo que dejarlo así. Pero me dice que ese no es el problema, que tiene una gran insuficiencia renal. Prácticamente los riñones no le funcionan. Tienen que hacerle análisis para ver si ha tenido hepatitis y hay que hacerle diálisis".

En el momento en que el juez cruza a comprar los medicamentos que le recetan lo intercepta una camioneta cerrada de la que salen tres personas exhibiendo placas de policía y le exigen que debe trasladarse a la comisaría de Montoneros para ser interrogado.

"Eso quedaba a 60 kilómetros. Les digo que recién llegué, que mi hijo está en un estado delicado, que solo pude estar quince minutos con él y que quiero responderles todo, pero ahí mismo. Me dicen que no. Pido una orden y el nombre del fiscal que interviene pero se niegan y me agarran del brazo para subirnos a la camioneta. Alcancé a mandarle un mensaje a un amigo de Buenos Aires contándole lo que pasaba".

A partir de allí, lo encerraron en la comisaría durante un día entero, sin comida, con unos sorbos de agua y sometiéndolo a interrogatorios permanentes. "Querían saber a quiénes conocía mi hijo. Yo no tenía la más remota idea. Venían, me hablaban, me gritaban, Me amenazaban, se turnaban, y ese grupo estaba comandado por un agente de inteligencia de la ciudad de Santa Cruz que me dijo que no teníamos ninguna garantía cuando pedí hablar con un abogado o con el cónsul".

El juez niega que supieran con anterioridad quién era Facundo. "Es todo una farsa. Ellos se encontraron de casualidad quién era porque lo googlearon. Él ingresó legalmente a Bolivia con sus papeles, pasó por aduana, por migraciones. Él no tiene captura de su paso por Colombia ni por Bolivia ni en Argentina. No tiene ninguna causa" aclaró Molares "Tampoco existió el enfrentamiento ni tenía ningún registro de violencia en su cuerpo, excepto esas viejas heridas".

A Hugo Molares lo soltaron explicándole que si se quedaban "los iban a masacrar" cuando supieran su apellido y que era el padre de Facundo. "Llegamos al aeropuerto a las 2 de la mañana, con todo el temor del mundo. Mi hijo sigue allá, pero voy a poder hacer más desde acá".

Traslado a la Argentina

La inquietud por las condiciones de salud de Facundo Molares llevaron a que su padre realizara un pedido ante los legisladores nacionales para que se facilite un avión sanitario para que se lo traslade a Argentina en cuanto su estado de salud lo permita. La nota está acompañada con la firma de un gran número de representantes de diferentes organismos de derechos humanos, vecinos y organizaciones de la comunidad.

El escrito indica que "Ante los hechos de público conocimiento, en relación al ciudadano Facundo Molares Schoenfeld, de nacionalidad argentino, DNI 24904415, quien se encontraba en Bolivia realizando tareas de FotoReportero para la revista digital Centenario y que durante su estadía en el mencionado país sufrió una grave dolencia renal, encontrándose en estos momentos en terapia intensiva con un delicado cuadro clínico hospitalizado en el Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, los y las abajo firmantes exigimos que se arbitren los medios necesarios que garanticen la preservación de su salud, su integridad física y mental, solicitando su urgente traslado a la República Argentina para la atención especializada que su gravedad requiere."

Más adelante Molares solicita  "que tengan a bien realizar las gestiones necesarias para disponer de un avión sanitario a fin de poder realizar el traslado de mi hijo apenas su salud lo permita.Sin más, agradeciendo de antemano las gestiones que se puedan realizar y la difusión que se le pueda dar a la situación de mi hijo, Facundo Molares Schoenfeld, los saludos atentamente"

Foto: Diario Perfil