Criptos, NFT y tokens en Esquel: ¿qué son y cómo podrían cambiar el negocio local?
Adoptar criptomonedas, tokens o NFTs puede ofrecer ventajas financieras y creativas importantes, especialmente en un contexto local donde diversificar y ampliar mercados suele ser un desafío permanente. Pero cada paso debe darse con información clara y precaución.
En un rincón del bar, sobre la avenida Alvear, dos jóvenes productores charlan frente a una computadora portátil. Hablan de ovejas, lana y algo más inusual: criptomonedas. Al pasar, cualquier vecino curioso podría preguntarse qué tienen que ver estos términos digitales con un campo cercano a Trevelin o con una majada pastando en Nahuelpan. La respuesta es mucho más concreta de lo que parece.
Para entender esta charla es necesario aclarar tres palabras: criptomonedas, tokens y NFT. Parece complejo, pero no lo es tanto.
Las criptomonedas son monedas digitales que no tienen respaldo en billetes físicos ni en bancos tradicionales. El bitcoin, por ejemplo, la más conocida, funciona gracias a una tecnología llamada blockchain—una suerte de libro contable digital que registra movimientos de forma pública y descentralizada.
En tanto, los tokens son activos digitales creados sobre esa misma tecnología blockchain, pero que representan algo específico: por ejemplo, kilos de lana, cabezas de ganado, horas de trabajo, o un porcentaje de una propiedad.
Y finalmente, los NFT (Tokens No Fungibles, por sus siglas en inglés) son un tipo particular de tokens que representan algo único e irrepetible. Un cuadro de un artista local convertido en NFT es, en esencia, una obra digital con certificado único e irrepetible que acredita la propiedad de quien lo compra.
Cómo usar criptos y tokens en Esquel: nuevas formas de pensar la economía regional
La Patagonia siempre ha sido territorio fértil para lo inusual. Y no solo por sus bosques andinos, sus campos extensos o por la nieve que cada año baña las pistas de La Hoya. Ahora, el viento digital parece soplar fuerte desde otras latitudes, trayendo consigo términos como tokens, criptomonedas y NFT.
¿Es esto algo útil para una región tradicionalmente ligada a actividades concretas y palpables como la ganadería, la silvicultura, el turismo o la pesca? La respuesta es sí, y su aplicación podría ser más simple y tangible de lo que pensamos.
Cuando hablamos de tokenizar algo, nos referimos simplemente a tomar un bien físico—como una cabeza de ganado, un lote forestal, kilos de trucha congelada o incluso una parte de las ganancias generadas por el turismo en La Trochita—y representarlo digitalmente. Esta representación digital se llama token y vive en una plataforma basada en blockchain, una tecnología que permite registrar estos bienes en forma segura, transparente y pública.
La principal ventaja de hacerlo así es que permite dividir activos costosos o grandes en pequeñas partes digitales que más gente pueda comprar, vender o intercambiar fácilmente. Dicho simple: podríamos comprar "pedacitos" de un activo costoso, como un bosque de lenga, un lote de ganado, o parte de un emprendimiento turístico, y obtener beneficios económicos reales a medida que ese activo genera ingresos.
Pensemos en algunos ejemplos prácticos locales.
Ganadería y silvicultura:
Un grupo de pequeños productores ganaderos podría tokenizar su ganado. Imaginemos que crean un token llamado “VacaEsquel”, donde cada token representa la propiedad parcial de una vaca real en un campo de Trevelin o Corcovado.
Al adquirir estos tokens, los compradores financian anticipadamente a los productores, que usan ese dinero para alimentar mejor a su ganado o ampliar sus pasturas. Cuando las vacas son vendidas, los beneficios se distribuyen automáticamente entre los dueños de los tokens.
Algo similar podría hacerse con los bosques de lenga o pino, aprovechando la madera certificada localmente, promoviendo inversiones más ágiles y directas, sin intermediarios.
Esta idea no es algo novedoso, en Argentina ya existe desde hace un tiempo una empresa que realiza tokenización de vacas preñadas (Bitcow), donde el rendimiento del token está sujeto principalmente a la tasa de reproducción esperada del rodeo y al componente de su precio. Es decir, a medida que se venden los terneros vas ganando dinero, y a medida que aumenta el rodeo, sube el valor de tu token.
Este mismo negocio se puede replicar a cualquier rubro agropecuario.
Complejo Hidroeléctrico Futaleufú:
Otra posibilidad interesante es tokenizar parte del ingreso generado por la venta de energía. ¿Cómo funcionaría? Imaginemos que el complejo hidroeléctrico decide emitir un token respaldado por la futura generación de electricidad.
Los habitantes locales, la Municipalidad e incluso el Gobierno Provincial podrían adquirir preferentemente esos tokens, y cuando se venda la electricidad generada, recibirían dividendos de forma automática y transparente.
Turismo (La Hoya, La Trochita, Parque Nacional Los Alerces):
El turismo tiene un enorme potencial de tokenización. Pensemos, por ejemplo, que una empresa local emita tokens respaldados en paquetes turísticos para esquiar en La Hoya o hacer excursiones en el Parque Nacional Los Alerces.
Los visitantes podrían adquirir esos tokens anticipadamente con criptomonedas desde cualquier parte del mundo, asegurando ingresos antes del comienzo de cada temporada y generando liquidez para invertir en infraestructura turística, capacitación de guías locales o mejoras en el servicio.
Nuevos nichos: la trucha y las morillas también pueden entrar al juego digital
En Esquel y alrededores existen nichos económicos aún poco explorados pero muy prometedores, como la cría y exportación de truchas o la recolección y exportación de hongos silvestres como las morillas.
La tokenización permitiría, por ejemplo, que los productores puedan vender por anticipado la producción futura de estos productos premium. Cada token representaría una cantidad específica de kilos de trucha o morillas recolectadas.
Quienes compran estos tokens adquieren el derecho a recibir el producto cuando esté disponible, o a revender esos derechos antes incluso de que se produzca el producto físico. Esto mejora enormemente la posibilidad de planificación económica y estabilidad para los pequeños productores, además de abrir mercados internacionales con mayor facilidad.
Riesgos y precauciones: ¿Qué debe saber antes de meterse en este mundo?
Como toda tecnología nueva, las criptomonedas y los tokens no son inmunes a riesgos. La falta de regulación clara todavía deja espacios grises que pueden derivar en complicaciones tributarias o legales.
Por ejemplo, cualquier ganancia por venta de criptos debe declararse ante ARCA y pagar impuestos como Ganancias o Bienes Personales según corresponda.
Además, las fluctuaciones bruscas en los precios de criptos como Bitcoin o Ethereum pueden provocar pérdidas inesperadas. Es por eso que la recomendación más común en el mundo cripto es utilizar stablecoins—criptomonedas cuyo valor está anclado al dólar—para evitar estas sorpresas desagradables.
Una oportunidad, no una obligación
Adoptar criptomonedas, tokens o NFTs puede ofrecer ventajas financieras y creativas importantes, especialmente en un contexto local donde diversificar y ampliar mercados suele ser un desafío permanente. Pero cada paso debe darse con información clara y precaución.
No te embarques en un proyecto así sin contar con la asesoría legal y técnica adecuada.
En definitiva, hablar de criptos, tokens y NFT en Esquel no es solamente hablar de tecnología abstracta, sino de nuevas formas de concretar oportunidades para actividades tradicionales y emergentes de la región. Quizás dentro de poco, al sentarnos en un café en Esquel, las conversaciones sobre ovejas, bosques o truchas incluyan cada vez más términos digitales. Pero eso sí: siempre con los pies sobre la tierra, esa tierra que tanto amamos, y que ahora también podemos cuidar e impulsar desde nuevos horizontes digitales.