El caso del joven baleado este sábado en la casa de la propietaria del bar El Rufo sigue en investigación, con distintos procedimientos para hallar el arma que produjo los impactos de bala.

Cabe recordar que la dueña del lugar entregó un arma Bersa calibre 22, pero al menos uno de los impactos de bala fue producido por una 9 mm, según indicaron las pericias y confirmó el jefe de la URE, Ariel Jara.

El adolescente internado, que habría intentado ingresar para robar, recibió tres disparos en miembros inferiores y en uno de sus brazos. Jara indicó que "el proyectil que fue extraído al joven está secuestrado, en principio pudo haber intervenido otra persona o la misma mujer pudo haber disparado con arma de otro calibre".

Asimismo detalló que "sería una legítima defensa, pero luego de entrevistar al menor se inicia una investigación sobre la intervención de esta otra arma, porque le cabe responsabilidad penal a quien efectuó los disparos". Luego, dijo que aún no pueden aventurar en función de las las heridas qué intenciones tenía quien disparó.

En este marco se realizaron tres allanamientos en procura del hallazgo del arma, con resultado negativo.

"La propietaria expresó que conocía al imputado y que sospechaba que no fue la primera vez que ingresó. Ella misma fue damnificada por otro robo el mes pasado" precisó Jara.