Por Milagros Nores

María Casares tiene 43 años y los escenarios de su vida se renovaron infinitas veces. Por estas horas, está levantando polvo en una carrera de motos big trail en Mendoza, la meca del enduro nacional. "Es una carrera que organiza Julio Quiroga, que corrió el Dakar, y me invitaron a integrar el equipo" relata entusiasmada.

María es guía, entrenadora y rider de motos touring BMW. Fundó hace dos años, con el esquelense Crhistian Austin, radicado en Chile, una empresa de rental y touring llamada @r40moto, con sede en Buenos Aires. También sumaron al equipo a otro esquelense, Lucas Estuardo.

María Casares: “Me atraen las curvas y la velocidad”
En el local de r40, preparando motos para la salida

Seguir el derrotero de María es como hacer zapping. Hoy, son las motos enormes y los caminos polvorientos de la ruta 40 los que terminan de componer el perfil de una mujer que no le teme a las aventuras. Su presente es tan intenso como aquella parte de su historia que la signó de por vida. María es uno de los tres hermanos Casares, junto a Wenceslao y Azul, que fundó Patagon, la Punto Com que revolucionó el mundo de las finanzas online y fue adquirida en el año 2000 por el Banco Santander en más de 500 millones de dólares.

Estudiando en Buenos Aires, los hermanos Casares se convirtieron en los primeros proveedores de internet del país a fines de los ´90. Talento, disciplina, trabajo duro y una oportunidad única los llevó más adelante a patear el tablero y crear Patagon.com. En aquella historia, María no fue la cara visible en la prensa, pero sí uno de los tres cerebros clave detrás del proyecto. Y el mundo de las finanzas lo sabía. María fue la llave que abrió las oficinas en los países más importantes del mundo y durante aquella vorágine su teléfono explotó con las propuestas más diversas, las que solo se dan en las primeras ligas.

Luego de la venta millonaria de la empresa María tenía solo 24 años. Uno de los start ups que más se visibilizó fue su paso por el mundo del entretenimiento deportivo online con el sitio Dodici.com, por el que llegó a viajar especialmente a Cuba para conocer a Maradona y adentrarse en el mundo del fútbol. Lo último que emprendió y ya vendió fue la empresa de muebles modernos Neoda, junto a su ex marido y padre de sus dos hijos.

#EnVideo, María en su local de r40moto, poniendo a punto las motos para los clientes:

La infancia en la estepa chubutense 

María y sus hermanos se criaron en el campo productor de lana de sus padres, Charlie y "Mei", al sur de Chubut, entre Alto Río Senguer y Gobernador Costa. Plena estepa patagónica. "En la nada misma" describe María el lugar donde nació. Allí, sin comunicación, luz eléctrica ni agua corriente, los hermanos se perdían en el paisaje eterno de la Patagonia más áspera y hacían de la invención un hábito.

Cuando María tendría 4 o 5 años, Charlie decidió que era tiempo de escolarizarse y tener amigos y se mudaron a Esquel. Allí hicieron primaria y secundaria. "En Esquel me quedaron muy buenos amigos, cada tanto visito unos días, pero ya no tengo el arraigo que sí tengo por el campo. Por ejemplo, mis hijos tienen una rutina de pasarse todo enero en el campo. Pasan de estar en medio de la ciudad a estar totalmente desconectados. Pero ahí se encuentran con sus primos y sus abuelos".

María Casares: “Me atraen las curvas y la velocidad”
María Casares: “Me atraen las curvas y la velocidad”
María Casares: “Me atraen las curvas y la velocidad”
María Casares: “Me atraen las curvas y la velocidad”
María Casares: “Me atraen las curvas y la velocidad”
María Casares: “Me atraen las curvas y la velocidad”

La moto, desde chica

María vive en Buenos Aires, donde estudian sus hijos y lleva adelante la empresa en Villa Ortúzar. Devenida en rider apasionada y en guía de viajes por la ruta 40 y por donde manden los clientes, asegura que el mundo de las motos no es nuevo para ella. "En el campo la mayoría de los trabajos de arreos era en moto. Nosotros hacíamos muchos trabajos con papá, y con esto de las extensiones gigantes él fue uno de los primeros que arreaba en moto en lugar de a caballo" relata.

"Fijate cómo era en esa época que yo no tuve licencia de conducir en moto porque nunca necesité. Andaba por el medio del campo y siempre lo disfruté, además tenía facilidad.  Andábamos con una hondita XR 200, una moto liviana que si te caés la pateás y la levantás, nada que ver con estas motos que uso ahora" comenta sobre las touring, enormes y desafiantes motos de paseo que requieren de otro entrenamiento.

María Casares: “Me atraen las curvas y la velocidad”
En el BMW Mororrad Days, salida en grupo

Sobre su primer contacto con el touring, cuenta que "hace cuatro años mi hermano Wenceslao me invita a un viaje en moto. Él sabe que me encanta acompañarlo en sus aventuras. Me dice 'voy a hacer un viaje por la Patagonia desde el final de la carretera Austral en moto, vení'. Yo le digo '¿Cuántos kilómetros son? No anduve en ruta nunca' y me convence. Cuando vi la moto...'¿De qué cilindrada me estás hablando?'  ¡Era un bicho enorme!".

En ese viaje le dieron una BMW GS 700 de 200 kilos, motos hechas para ripio y para asfalto. "Era tan grande que si se me inclinaba un poquito se me caía la moto, lo mismo cada vez que estacionaba. Así empecé. Descubrí que me encanta andar en ruta. Es como otro deporte, la velocidad, las curvas, tienen un atractivo muy grande para mí".

María Casares: “Me atraen las curvas y la velocidad”
María Casares-r40moto

En ese tiempo María estaba vendiendo Neoda, la fábrica de muebles. "Pensaba tomarme un año sabático para ver qué hacía. Justo lo veo a Crhistian Austin y me empieza a tentar con poner el local de motos touring de BMW porque el dueño había muerto hace un par de años y nadie lo estaba haciendo. Todavía hoy es un chiste en mi casa porque el "año sabático" fue el que más trabajé en mi vida" comenta.

María Casares: “Me atraen las curvas y la velocidad”
Viaje en solitario

La empresa tiene una consolidada flota de 30 motos de alquiler para viajes de aficionados a este tipo de vehículos, pero además, hacen el training oficial de BMW. "La ruta 40 es mundialmente conocida para hacerla en moto, la parte más popular es el sur, la que va de Mendoza a Ushuaia y estas motos son muy seguras y versátiles, te dan más aventura y poder meterte por caminos alternativos".

María explica que los moteros en Argentina "nos conocemos todos. Es un mundo muy chico y tenemos una red de contactos que nos damos una mano en las rutas de la Patagonia, que no tenés un pueblo cada 20 kilómetros como en Europa. El que tiene un taller, el que conoce la marca, el que es concesionario, el que es guía, nos hacemos favores entre nosotros".

"El entrenamiento en BMW me encanta. Abrir la ventana de mi casa y salir en moto me hace bien. Es una actividad muy desafiante. Es un mundo donde no hay tantas mujeres, pero lo disfrutarían mucho más que los varones -asegura- Hoy en los viajes, la mayoría de las mujeres va de acompañante. Una de las cosas que queremos hacer es incentivar a las mujeres a que se animen, porque van a disfrutarlo mucho".

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