Por Milagros Nores

Cuando decimos "emprendedor", su nombre nos viene a la mente. Aun así, queda flotando la sensación de que no podemos abarcar todo lo que es y hace Juan Pablo Luna, porque va rápido, allá adelante.

Y es que Juan Pablo va adelante.

Actualmente es Director de Alimentos de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y agregado de valor del Ministerio de Producción de Chubut. Entre sus logros, siempre en equipo, están: la creación de la Escuela de Negocios, el Consejo Provincial de Alimentos, desde el 2016 la gestión de Agroemprende y, más cerca de los esquelenses, la formación de emprendedores a través de distintos programas y el Laboratorio de Sabores: su nave insignia.

En 2017, quedó afuera de la órbita municipal por una reestructuración, dejando atrás un valioso trabajo como Gerente del CAPEC -Centro de Apoyo a la Producción- a través del cual pudo generar el espacio de innovación en alimentos regionales que significó el Laboratorio de Sabores, hoy en pleno funcionamiento. Este proyecto le abrió las puertas para que lo convocaran desde provincia con el fin de que pueda en su gestión replicar ese modelo de negocio y ejecutarlo en otras localidades. Ya lo logró en Gaiman y está trabajando en Sarmiento.

-¿Cuál es el mayor logro del "Laboratorio de Sabores"?

-Es un formato de innovación, integrado por un tecnólogo de alimentos, un diseñador y una asesoría en negocios. La premisa fue: "diseñemos alimentos distintos". Funcionó bien. Incubamos 14 marcas regionales, de las cuales 6 ó 7 son muy activas gracias al CAPEC.

Luna “El desarrollo lo hacen las personas, no el medio”

-¿Qué significa que estén activas?

-Que son productores que hoy comercializan, se formaron, despegaron en volumen y en ventas.

Entre los casos: dulces, licores y salsas Momi´s; frutas y jugos Paso Ancho Berries; dulces y confituras Almendro; miel Valle Andino; chutneys Benedetta; hongos y gírgolas de Bosque Nativo; sales, gastronomía y festivales de Sabor Mapuche, entre otras.

-Entre ellas cuáles podrías decir que son de éxito

-Paso Ancho es un caso que creció mucho, hay una marca de jugos de Epuyen que viene a embotellar acá y también saltaron en escala. Y después la miel de Carlos Juan (Valle Andino). Él es un caso de éxito en el sentido de que le cambió la cabeza de la comercialización, es uno de los más grandes apicultores de la provincia.

-¿Cuántos de los emprendedores están vendiendo en comercios?

-Esa es la parte que quizás es un fracaso en términos de mis expectativas pero no de lo que ellos lograron. Nosotros hicimos la escuela de negocios para que: haciendo los números, fijando precio mayorista y minorista lograran ser más agresivos en la comercialización; caso de Miel Valle Andino y Paso Ancho, pero a otros no les interesa. Algunos crecen mucho en volumen pero prefieren el margen que se logra vendiendo a consumidor final, el canal de las ferias, la venta directa. Es lo que ellos eligen y es respetable. Pero se quedan en las escalas micro.

Al escuchar a Juan Pablo es inevitable preguntarse porqué en Esquel el acceso a estos productos locales sigue siendo esquivo, por referencias de conocidos, en lugar de consolidarse en identidad, con presencia en las góndolas, amén de lograr un posicionamiento regional o nacional.

"Si tenés producto, pero no tenés el bicho comercial, no va a funcionar. El recurso más escaso no es la materia prima, sino el bicho comercial" sentencia.

Luna “El desarrollo lo hacen las personas, no el medio”

-¿Por qué pensás que en otros lugares de la Patagonia sí hay productos típicos sólidos, como dulces, trucha ahumada, cerveza, chocolate?

-El turismo es un factor fundamental. En casos como Bariloche o Madryn, tenés alta demanda y en Madryn hasta problema de que no alcanza la oferta. Hay mucho turismo, es por eso que pueden sostenerse todos esos productos. Eso no se da en Esquel del mismo modo porque no se llega al volumen que se necesita, no hay una masa crítica de productores que pueda cambiar esa realidad ni de turistas que puedan sostenerla.

Al respecto, Juan Pablo explica "Esquel tiene un perfil productivo difuso, pero a su vez es un mercado estable, que tiene ventajas estructurales al depender del Estado. En esencia, sigue siendo un pueblo agro-ganadero. De acuerdo a un estudio reciente además, se obtuvo que el turismo en Esquel aporta un 6%  al producto bruto geográfico".

Uno de los espacios que Juan Pablo destaca con un gran potencial para los productos de Esquel es el canal gastronómico. "Lo que hicimos es vincular a algunos productores con cocineros, que son tipos consumidores de novedades todo el tiempo, son voraces y te empiezan a invitar a ferias y a pedirte producto, pero ahí todavía hay que superar nuestro problema de la oferta, porque no hay volumen o no se llega a tiempo".

-Qué productos dirías que en ese mercado están creciendo

-Hoy incipientemente empezó a pasar con hongos. Vinculamos a la China Müller (empresaria y cocinera, dueña de Cassis) con las chicas de Patagonia Fungi, investigadoras del Ciefap con mucho empuje, que tienen la vocación de que los hongos se transformen en un producto turístico, gastronómico y a su vez están ligadas con un productor de cerveza y hongos -Baigorria- con mucha visión comercial.

-De todos modos seguimos hablando de pequeña escala

-Pero eso no necesariamente es malo. Por precio y por cantidad no somos competitivos en ningún mercado. Ese es el problema que tiene Patagonia. Tenemos que jugar en otra liga, la liga de nicho. Diferenciación y precio.

-Si tuvieras que nombrarme actividades con potencial de desarrollo, cuáles serían. 

-Un ejemplo puntual con una cadena de valor que se está desarrollando muy virtuosamente es el vino de Chubut. Tienen en claro para dónde van, y es el horizonte del enoturismo, porque además son varios emprendedores que traccionan todos juntos.

"En Esquel otro sector es el de las industrias creativas, como la audiovisual, el diseño textil y de objetos. Otro ejemplo de éxito local, aislado, pero logrado, es la venta de esencias a grandes marcas de perfumería del mundo que desarrolló el Ing. Sepiurka, con certificado orgánico".

-Y a nivel provincial, ¿cuál es el camino para una reconversión productiva? 

-Está clarísimo que no tengo esa solución y no la tiene nadie. Claramente la matriz productiva de la provincia está muy concentrada, la dependencia del petróleo es fuertísima. Ahora cómo se destraba eso, no hay nadie con la varita mágica. Tenés empresas innovadoras que hacen cosas piolas a escala empresa. Pero ahora vos me decís  ¿Eso va a cambiar la matriz productiva de la provincia? Y yo te digo que no. Del estilo de Huella Cero en Trevelin o Reciclados Esquel... Pero justamente si vos tuvieras cien tipos como esos, épa, ahí sí empieza a cambiar la matriz.

-¿Y los incentivos del Estado?

-No creo que sea el Estado el que tenga que direccionar el hacia dónde va la reconversión productiva, hubo muchos casos en los que el Estado se metió y no salió bien: ajo, tulipanes, zorros, papas... todas las revoluciones productivas que tuvimos fracasaron. Porque lo que falta es el emprendedor consolidado. En general los estímulos siempre tuvieron que ver con créditos blandos. Otro ejemplo del 2012: cerdos. Estímulo económico, resultado: 500 productores de cerdo. Al año te quedan cinco, los mismos que venían hace años.

Luna “El desarrollo lo hacen las personas, no el medio”

-¿Y qué debería hacer el estado entonces?

 -Y para mí, potenciar más el desarrollo emprendedor.

"Hay dos corrientes, la más centralizada en el Estado que, insisto, en general fracasó y la más descentralizada.

La primera se está dejando de hacer. La segunda es la que está centrada en el capital humano. Es el factor que explica por qué algunas economías como Japón se desarrollan en la nada.

"Para descubrir el Factor competitivo de una actividad es necesario tener en cuenta: los recursos naturales, aptitud natural, y el capital humano. No nos sirven los estudios que nos digan para dónde tenemos que ir si no existe el capital humano.

"No es solo el entorno natural. Hay un reduccionismo de que vos podés emprender con lo que tenés alrededor. Pero la respuesta es la gente".