Visiblemente emocionado y luchando para contener sus lágrimas cuando entró al Auditori 1899, Lionel Messi, el gran jugador argentino se despidió del Barcelona, el azulgrana que ha sido su casa durante 17 temporadas y más de 20 años.

El astro dijo que hizo "todo lo posible" para quedarse y que se había bajado un 50% de su ficha. En la rueda de prensa, calificó el PSG como "una posibilidad" pero que no tenía nada arreglado por el momento.

"En estos últimos días estuve pensando, dándole vueltas a ver que podía decir y la verdad es que no me salía nada, estaba bloqueado como lo estoy ahora. Es muy difícil esto para mí después de tantos años, de hacer toda mi vida acá. No estaba preparado", dijo Leo.

"El año pasado, con todo el lio del burofax, sabía que lo estaba, que sabía lo que decir, pero este año no. Con la familia estábamos convencidos de continuar acá. Sobrepusimos el bienestar nuestro, de continuar en nuestra casa y continuar nuestra vida en Barcelona, tanto en lo deportivo como en lo cuotidiano", inició la conferencia admitiendo que el año pasado sí tenía decidido irse del club, pero que no ahora.

"Es muy difícil, estaba convencido que iba a seguir acá", dijo en su despedida del Barcelona. "Ojalá en algún momento pueda volver a ser parte de este club y pueda aportar para que siga siendo el mejor del mundo", agregó.

El astro argentino admitió hoy que el París Saint Germain de Francia "es una posibilidad" para continuar su futuro deportivo, pero aclaró que todavía no tiene "arreglado nada con nadie" tras conocerse su salida de Barcelona luego de 21 años en el club.