El esquelense que logró su pase a los Juegos Olímpicos de Tokio el pasado domingo tras conseguir la marca en la Maratón Internacional de Buenos Aires, fue ovacionado en su regreso a Esquel.

Con sus  29 años y una trayectoria que suma logros sostenidos,  Arbe fue el mejor argentino en los 42k de Buenos Aires.

Pero una vez cruzada la meta, su cabeza estaba en Esquel porque su hijo estaba próximo a llegar, y así fue. Un día después del gran triunfo Erik Mateo dijo presente.

Papá olímpico: nació el bebé de Joaquín Arbe

El campeón argentino relató en diálogo con EQSnotas.com  detalles de su participación. Su objetivo era acercarse  lo más posible a la marca mínima exigida para participar, que es de 2:11:30 (horas), sin embargo, lo logró de una vez, sin necesidad de acumular puntos, que es otra de las posibilidades de llegar a los Juegos Olímpicos: "Estoy muy contento porque la verdad que no pensaba hacer la marca directa. Por suerte salió una carrera rápida y eso ayudó a concretar".

Este miércoles llegó al aeropuerto de Esquel donde fue recibido por el Intendente de Esquel y los jefes locales y desde allí una autobomba lo llevó a recorrer la ciudad para marcar que el campeón está de regreso en casa.

Emotiva recepción de Joaquín Arbe en Esquel