Alimentarse bien y un estilo de vida saludable siempre es beneficioso.

Por eso la recomendación es hacer varias comidas al día y que el menú tenga un alto potencial nutricional.

Su elaboración debe adaptarse a las posibilidades de ingesta de cada persona, evitando alimentos ultra procesados y comidas rápidas, ya que estos aportan gran cantidad de calorías, a través de grasas y azúcares.

Y el dato que nunca debe faltar, es importante mantenerse bien hidratado en invierno.

Planificación de las comidas y actividad física

Por otra parte, el estrés, el aburrimiento y la imposibilidad de salir a hacer ejercicio al exterior por las bajas temperaturas pueden llevar a que nos movamos menos, comamos más y de mala calidad nutricional. 

+Es muy importante organizar la alimentación de la semana, con sus cuatro comidas diarias, de modo que no haya desvíos y evitar el picoteo

 +Lo ideal es ir a comprar con una  lista de alimentos necesarios para evitar la compra de productos poco nutritivos, altos en grasas y azúcares.

+También es importante mantenernos activos y realizar ejercicio físico en gimnasios u hogares.

Recomendaciones para una alimentación saludable

¿Qué significa “comer bien”? Se considera que una alimentación saludable es aquella que contiene una amplia variedad de alimentos con todos los nutrientes, y se basa en el consumo de alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, legumbres, cereales (principalmente en sus variedades integrales), frutos secos, aceite de oliva, semillas y en menor medida, alimentos de origen animal, como carnes rojas, pescados, huevos, quesos y otros productos lácteos.

En invierno no descuidemos la buena alimentación y el movimiento

Recomendaciones  Nutricionales:

Aumente el consumo de frutas y verduras. Trate de ingerir al menos cinco porciones al día. Éstas contienen  vitaminas A y C, minerales y  antioxidantes que ayudan a fortalecer nuestro sistema inmune. Es importante incorporar vegetales de hoja verde, ya que contienen fibra y vitaminas del complejo B. Puede preparar las verduras en forma de puré con aceite de oliva para promover su consumo. Incorpore frutas de estación, que son más accesibles, de mejor calidad y más frescas. Lave siempre frutas y verduras antes de consumirlas.

Consuma legumbres y cereales integrales al menos tres veces a la semana. Las legumbres se conservan por mucho tiempo, son económicas y muy nutritivas por su alto cometido de proteína y hierro.

Incorpore a su dieta una porción de carne al día, ya que aporta gran cantidad de proteínas. Elija cortes magros.

Para fortalecer nuestras defensas es recomendable aumentar la frecuencia semanal de pescados (como atún/merluza/brótola, entre otros), que aportan gran cantidad de ácidos grasos omega 3.

Consuma al menos tres porciones diarias de lácteos, preferentemente bajos en grasas o descremados: leche, yogur, quesos. Aportan calcio, zinc, minerales y vitaminas A y D.

Hidrátese bien. Consuma al menos 8 vasos de agua potable al día. Tener en cuenta que las personas mayores corren más riesgo de deshidratarse porque tienen una sensación de sed disminuida.

Evite las frituras, los alimentos ultra procesados y procesados, galletitas y postres industriales, bebidas azucaradas, y los productos de panadería y pastelería, evite consumirlos en forma cotidiana.

Recuerde que comer saludable es comer rico seleccionando lo mejor para la salud y energía vital para nuestro cuerpo.

En invierno no descuidemos la buena alimentación y el movimiento

Nutricionista Valeria Da Dalt. Mat Prov. 0088

Clínica Los Alerces - Esquel

IG @nutrivaleriadadalt +549 2945 46-7179