A 24 años del crimen de José Luis Cabezas, los periodistas y reporteros gráficos seguimos pidiendo justicia por el asesinato cometido en Pinamar. Este lunes se realizará un acto en Esquel recordando aquella fatídica noche.

Esquel tiene frente a Tribunales una escultura que refleja los ojos de mirada profunda de José Luis Cabezas, dirigidos hacia el edificio de justicia. Y cuando la obra del artista Mariano Chanourdie quedó inaugurada, un año después de la muerte del reportero gráfico a pedido de la entonces Asociación de Trabajadores de Medios de Esquel, todos albergábamos la esperanza que la justicia llegue rápidamente.

Gabriel Michi estuvo entonces en Esquel junto a Cristina Robledo, esposa de Cabezas y el entonces dirigente de UTPBA, Daniel Das Neves.

El recuerdo de José Luis Cabezas, a 24 años del crimen

Hoy, 24 años después Gabriel Michi, lo recuerda con cariño y una vez más reclamando justicia, porque los condenados están en liberad.

"24 Años sin José Luis

Hace 24 años nos lo arrebataron.

Hace 24 años quisieron apagar su cámara.

Hace 24 años buscaron el silencio.

Hace 24 años la barbarie se adueñó de la Argentina.

Hace 24 años asesinaron a José Luis Cabezas.

Y la historia cambió. Para todos.

Mi compañero y amigo fue ultimado de la manera más cruel.

Y los criminales pensaron que de esa manera habían borrado la huella de ese "chabón bravo" para siempre. Pero lograron todo lo contrario. La imagen de José Luis se hizo eterna.

Sus fotos se reprodujeron en cada cámara de un reportero gráfico. Su talento se expuso aún ante quienes no lo conocían.

El silencio gritó.

Y el "No se Olviden de Cabezas" nos abrazó a todos.

Así acorralamos a los mafiosos y asesinos que pretendieron ser impunes. Y cayeron. Uno a uno.

Hoy lamentablemente todos están libres y deberían volver a prisión a cumplir lo que les queda de la condena a perpetua.

Y ese es nuestro reclamo.

El de la familia de José Luis. El de sus amigos y colegas. Y el de toda la sociedad argentina.

Para que haya verdadera justicia. Y para honrar su memoria.

En estos años mi compañero se convirtió en un símbolo colectivo y, para quienes lo disfrutamos en vida, eso no deja de ser emocionante.

Es un símbolo de la Libertad de Expresión que se levanta en decenas de plazas, calles, barrios, aulas, monumentos, que llevan su nombre.

Y es también una cachetada a sus asesinos, que pretendieron el olvido.

Porque así como a nosotros nos duele su ausencia, a ellos, a los criminales, les duele su presencia.

Cabezas Presente!!! Ahora y Siempre!!!"