Este sábado 13 de abril se llevará adelante un Taller de Constelaciones Familiares a cargo de Cintia Marihuan. Será de 15.00 a 19.30 hs. en Alfa Wellness Studio - Roca 640. 

La propuesta tiene un valor de $20.000 y los interesados en participar deberán completar el siguiente formulario de pre-inscripción 

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Inscripción al Taller de Constelaciones Familiares.

Todos llegamos a este mundo gracias a que un hombre y una mujer nos dieron la vida, y se convirtieron con este hecho en NUESTROS PADRES… sin importar las condiciones, sin importar si nos dieron amor y cuidados o nunca más supimos de ellos.

Este primer vinculo será la base de las futuras relaciones a lo largo de la vida de una persona, pues de los padres aprendemos el modelo de amor recibido de ellos y que a su vez estos recibieron de los suyos, y que en el mejor de los casos, si este modelo fue sano y armonioso, tendrá iguales frutos en el futuro.

Ahora, ¿qué ocurre cuando esto no es así?

Es un clásico escuchar a personas que de niños juraron nunca parecerse a sus padres, y se descubren en un momento determinado de la vida, actuando y viviendo como ellos.

Esto tiene una respuesta muy sencilla, nos encadena lo que rechazamos y solo lo que amamos nos hace libres.

Entonces, ¿es posible amar lo que nos ha dañado?

Es cierto que muchos problemas se originan por heridas infantiles, por maltratos, traumas y todo lo que fue doloroso en la historia con nuestros padres, y aunque esto parecería un argumento suficiente para justificar los resultados, si logramos ir un poco más allá podremos ver que los problemas no se originan por falta de AMOR en las familias sino por falta de ORDEN.

¿Qué dicen Las Constelaciones Familiares acerca de esto?

Constelaciones familiares es una herramienta terapéutica creada por el alemán Bert Hellinger, que tiene como propósito liberar a las personas de miedos, dolencias, relaciones problemáticas etc, que tienen su origen en el pasado, y en la repetición de dinámicas dolorosas del entramado familiar.

El enfoque de esta herramienta es sistémico, es decir que mira al individuo como parte de un sistema, donde además de tener una identidad personal o individual, esta inmerso en una identidad más grande, a esto llamamos ALMA FAMILIAR, la cual vela porque cada miembro del sistema sea incluido, mirado y respetado.

Hellinger descubrió que cada familia es un sistema perfecto, donde cada miembro es una parte necesaria y esencial y que, además para que este sistema funcione de forma correcta es necesario cumplir con las reglas que las rigen, a estas reglas las llamo: LOS ORDENES DEL AMOR.

Estos ordenes tienen tres leyes fundamentales:

LA PERTENENCIA: Todo aquel que miembro que forma parte del sistema tiene el legitimo derecho a pertenecer y no puede ser excluido. Si esto ocurre un descendiente tomará su lugar, repitiendo su destino para ser visto por el sistema.

LA JERARQUIA: Los que llegaron antes tienen prioridad sobre los que llegaron después, para que los hijos lleguen es necesario que llegue antes la pareja.

EL EQUILIBRIO: En relación a nuestros padres solo podemos acercarnos al equilibrio cuando pasamos la vida a nuestros hijos o entregamos a la comunidad los talentos y dones que recibimos de aquellos que nos dieron la vida. En cuanto a la relación entre pares como lo son los socios o la pareja, alcanzamos el equilibrio en el balance entre lo que damos y lo que tomamos. Quién da de más se empobrece y quién toma de menos se queda en el reclamo, debilitando la relación e impidiendo que el amor fluya.

Cuando estos ordenes se rompen aparecen los conflictos que dificultan que el amor sea sano y de buenos frutos. El amor es el agua y el orden la vasija que lo contiene. Si la vasija se rompe el agua se derrama.

En resumen, tenemos que reconocer que el amor bueno es el amor que sirve a la vida, que ve e incluye a todos, a pesar de las dificultades.

En relación a los padres y la paz que alcanzan aquellas personas que transitan el camino de la aceptación y logran tomar a sus progenitores sin juicios ni expectativas de que sean diferentes, encuentran la fuerza necesaria para vivir su propia vida y hacer algo bueno con ella, soltando el anhelo infantil de querer salvarlos, cambiarlos o reparar su dolor.

Esta es la FELICIDAD más real que podemos experimentar en nuestras vidas, decir: ¡SI! A TODO TAL CUAL HA SIDO, ES DECIR ¡SI A LA VIDA! La aceptación es liberación, en oposición, el rechazo es sufrimiento.

Cintia Marihuan

Facilitadora en Constelaciones Familiares Coach Ontológico

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