Se cumplen 15 años del crimen del maestro Carlos Fuentealba, quien fue asesinado el 4 de abril de 2007 en medio de una protesta que realizaba desde su rol de sindicalista de la provincia de Neuquén.

En este marco, se llevan diferentes actividades en todo el país. En el caso de la ciudad de Esquel se pintará un mural en el paredón de la Escuela Politécnica 701. 

En diálogo con EQSnotas.com Martín Pena, secretario general de Atech Oeste, recordó lo sucedido aquel 4 de abril de 2007 e indicó que quieren que "en Esquel también esté presente Carlos como lo hace en nuestros corazones". 

Aclaró que el mural será pintado los días jueves y viernes de esta semana, debido a las condiciones climáticas que se registran en la jornada de hoy. Participarán docentes y alumnos de la ciudad. 

En ese marco, destacó que "hay que seguir recordando a Carlos porque es un maestro más que nos falta, que puso el cuerpo por los chicos, por la educación pública, por la comunidad y no hay que olvidarlo". 

Asimismo, en cuanto a la causa informó que "se pide justicia completa porque hay muchos más involucrados". Recordó que finalmente se volvió a abrir la causa y próximamente iniciará el juicio contra las cúpulas policiales. 

ATECH organiza homenaje a Carlos Fuentealba

Cómo fue el crimen de Carlos Fuentealba

A comienzos de marzo de 2007, la Asociación de Trabajadores de la Educación del Neuquén (ATEN) inició una huelga en reclamo de mejores salarios. El 4 de abril se decidió por medio de asamblea que se iba a cortar la ruta nacional 22 a la altura de Arroyito.

En ese marco, la policía provincial recibió la orden del gobernador Jorge Sobisch de impedir que los manifestantes cortaran la ruta. Parte de las consignas posteriores también serían “Sobisch asesino”.

Una vez llegados los manifestantes al lugar donde se había planificado la propuesta, la Policía comenzó a dispersar con balas de goma, gases lacrimógenos, bombas de pintura y un carro hidrante, que fue utilizado en dos ocasiones. Algunos docentes fueron a buscar refugio en una estación de servicio cercana y otros eran perseguidos por efectivos a pesar de haberse retirado de la ruta. En ese momento, dirigentes y policías se encontraron en la estación de servicio para cesar la violencia y llegaron a un acuerdo inicial.

En primera instancia, se detuvo el accionar policial para dar lugar a que los docentes se pudieran retirar en grupos, a pie y en autos, hacia la ciudad de Senillosa, escoltados por camionetas policiales. Carlos Fuentealba se encontraba en el asiento trasero un auto Fiat 147 que se alejaba del lugar. Pero en ese momento, un policía de nombre José Darío Poblete, integrante del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP), arrojó una granada de gas Towers que traspasó el vidrio del auto e impactó en el docente.

El cartucho arrojado por el oficial ingresó al vehículo y dio en la nuca de Fuentealba, quien en ese momento padeció del hundimiento de su cráneo. Rápidamente, quienes estaban con él lo llevaron al hospital provincial y allí fue sometido a dos operaciones para intentar salvarlo, pero finalmente falleció al día siguiente a los 40 años y dejando dos hijas de 10 y 14 años.

José Dario Poblete fue procesado por el delito de homicidio calificado en una causa llamada “Fuentealba I”, que investiga la autoría material del asesinato. A su vez, se inició otra causa judicial, llamada “Fuentealba II”, para investigar responsabilidades en niveles superiores de la jerarquía policial y al entonces subsecretario de seguridad.

El 4 de junio de 2008 comenzó el juicio oral contra Poblete en el marco de la causa “Fuentealba I” y la Cámara en lo Criminal Primera lo encontró responsable de “homicidio calificado, por haber sido cometido por un miembro integrante de las fuerzas policiales abusando de su función, con la agravante de haber sido cometido con violencia mediante el empleo de un arma de fuego, agravado por alevosía, en concurso ideal”. Por esta razón fue condenado a cadena perpetua.