A 10 años de la primera movilización del movimiento “Ni Una Menos”, Esquel es parte de una jornada conmemorativa. La Dirección de Género y Diversidad municipal, junto al área de Género y Diversidad de la Universidad del Chubut, encabezan actividades junto a instituciones educativas, el Observatorio de Género y Derechos Humanos, y la Mesa de Interpoderes para el Abordaje y Prevención de las Violencias por Motivos de Género.

En diálogo con la prensa, Sol Rshaid, directora del área municipal, recordó los orígenes del movimiento: “Hoy se cumplen 10 años de la primera marcha, que surgió en 2015 tras una serie de femicidios, especialmente el de Chiara Páez, una adolescente embarazada asesinada por su pareja. A partir de ese hecho brutal se generó una movilización masiva en todo el país, que con los años fue creciendo, conquistando derechos y visibilizando esta problemática tan grave”.

La jornada incluye una muestra gráfica realizada por estudiantes de la Escuela N° 758 y una intervención performática a cargo de alumnas de sexto año. Además, se proyectará el documental Algo se enciende, con la presencia del Cine Móvil, y se propician espacios de debate. Por la tarde, se sumarán charlas específicas, como la de la fiscal María Bottini sobre violencia laboral.

Rshaid reconoció que, a una década del primer grito colectivo, el contexto nacional actual es adverso: “No estamos en las mejores circunstancias. Se han vaciado o cerrado programas que acompañaban a personas en situación de violencia. El cierre del Ministerio de las Mujeres y la falta de un organismo rector agravan la situación. Sin embargo, desde los territorios, las organizaciones y el movimiento feminista, la lucha sigue más viva que nunca”.

Adriana Treuque, referente de la Universidad del Chubut, destacó el rol de la institución en la capacitación y prevención: “Desde la universidad trabajamos todo el año, no sólo brindando infraestructura sino formando con perspectiva de género y derechos humanos. La Ley Micaela se aplica con regularidad en cortes para estudiantes y personal técnico, y también hay una comisión de género con profesionales que intervienen en casos específicos”.

Treuque subrayó que la comunidad educativa también es un espacio clave de detección y acompañamiento. “Hay situaciones de violencia que se dan acá y en la costa. Desde el Observatorio de Género, se monitorean los casos y se promueve el conocimiento de los derechos y leyes vigentes. Los docentes están comprometidos y formados para abordar estas situaciones”.

3 de junio de 2025