Punta Canas no para. El novedoso proyecto que se gestó hace un tiempo en Esquel destinado a crear una comunidad de adultos mayores sigue avanzando con propuestas que unen y hacen bien.

La Comunidad Punta Canas la conforma un grupo de personas, que proyectaron construir un Complejo autofinanciado de 14 viviendas individuales para mayores de 60 años, en un espacio común y con servicios compartidos.

"Dicho así parece sencillo. Se termina la etapa "laboral". Chau horarios, rutinas de trabajo, otros espacios, otros tiempos y hasta otra gente. El punto no es lo que concluye, sino lo que comienza" decíamos en una nota publicada tiempo atrás por EQSnotas.comy que explicaba la propuesta

El barrio ubicado en la zona de Villa Hípica está signado por los colores vivaces de sus casas y a partir de ahora, también por el mural que los identifica y que cada uno de esos vecinos llevó adelante con amor.

En un año de sorpresas para todos como fue el 2020, este grupo de vecinos decidió buscar una actividad que terminó afianzando esa gran relación, según explicó a EQSnotas.com Elsa Kuperman.

Todo comenzó en aquel mes de febrero en la pre pandemia con una idea. Después llegó todo lo conocido en el mundo a partir de marzo, aislamiento incluido, pero ni el COVID logró detenerlos.

Con el acompañamiento de Bárbara Noceda, una apasionada y brillante mosaiquista de Esquel consiguieron avanzar. En cuanto se habilitaron las reuniones el grupo recuperó su espacio de encuentro y clases en el SUM y el proyecto fue tomando forma.

Primero fue la idea y el sueño, luego el boceto donde cada uno planteó lo que le gustaría que se vea para identificarlos. "Un mural debe comunicar" dice una y otra vez Bárbara Noceda. En cuanto resolvieron ese punto se avanzó con un formato digital y el diseño final.

"Nos permitió estar juntos, cuidándonos" señala Elsa Kuperman al momento de contar la idea que terminó con el realizar el mural que hoy identifica a la comunidad de Punta Canas.

Por su parte Bárbara Noceda, especialista en mosaico explicó que el trabajo siempre fue colaborativo y tuvo todo un desarrollo consensuado.

"En un primer momento comenzaron a trabajar sobre la técnica y a aprender a desarrollar la idea que se iba formando entre todos desde cero" señala destacando que la mayoría de los participantes no tenían nociones previas de la actividad.

"Todo lo hicieron ellos bajo mi dirección" señala Bárbara Noceda. Me trasladé durante un año a enseñarles y acompañarlos "No sabían muy bien qué plantear. Les dije que el mural tenía que comunicar y así surgió el diseño" remarca la mosaiquista.