Uno de los carteles que está en prácticamente todas las movilizaciones del NO a la Mina, además de la tradicional bandera argentina con la inscripción que lidera cada marcha, es el de Gilda Vilches, vecina de Esquel.

Fue creado para la primera movilización realizada en la ciudad cuando la comunidad elegía marcar su postura en la calle sin dimensionar entonces el volumen que alcanzaría aquel NO.

Dieciocho años después el cartel negro con las letras del No a la Mina en contraste y la imagen del veneno sigue acompañando. "Está remendado pero firme" dice su creadora.

"En realidad es triste que esté vigente" nos dice Gilda sosteniendo el letrero que simboliza cómo la asamblea de Esquel fue pionera en todos los espacios.

"Recuerdo que nuestra movida no solo fue en Esquel sino que llegó a nivel nacional y mundial. Los periodistas extranjeros se asombraban de que el pueblo se levante ante el poder de las mineras. Hicimos historia y la seguimos haciendo" destaca.

"Estoy orgullosa de participar en este movimiento" remarca.