En la madrugada de este  domingo una mujer llamó a la Policía para notificar que su marido había fallecido. Según su testimonio, el hombre de 37 años habría muerto atragantado comiendo carne. "Llegó un móvil con un médico quien señaló que no se condice la hora de deceso con la hora de aviso", según explicó el Comisario Blanco, por lo que se ordenó una autopsia.

El móvil llegó a la casa ubicada en calles Gardel y Tucumán del barrio Ceferino, donde según dijo el jefe policial las cosas se encontraban en orden "no hay signos de pelea". De todas maneras constataron que  la mujer y unos conocidos que estaban en la vivienda, "se encontraban  en estado de ebriedad".

Según la Policía, la mujer contó que cuando su marido, Alberto Andrade, se atragantó, intentaron reanimarlo sin éxito, lo acostaron y, al ver que no reaccionaba, realizaron el llamado. "El médico dijo que llevaba tiempo fallecido, por lo que no realizó el certificado de defunción y dio intervención a Fiscalía".

La diferencia entre la data de muerte que observó el médico hizo que el organismo judicial ordene  una autopsia, por lo que aguardarán los resultados para poder precisar el momento y  la causa del deceso.