Por Lic. Mariela Sanchez

Secretaria de Deportes de Esquel

Este 8M indefectiblemente me impele a centrarme en aquella mujer vinculada al deporte, entre quienes me incluyo desde hace muchos años.

Y es así que día a día me encuentro repensando desde lo cotidiano, todas las posibilidades que emergen desde el deporte pensado como un desafío, no solo en cuanto al disfrute ocasional sino como un estilo de vida.

Es para mí también un desafío repensar la actividad deportiva, siendo hoy la Secretaria de Deportes y Recreación de la Municipalidad de Esquel, un rol con el que se me ha honrado y que me identifica como la primera mujer en alcanzarlo.

Proyectar impulsada por la lucha de las mujeres desde sus diversos ámbitos, y más aún desde el deporte, es una tarea ardua, que, si bien comienza a ser una demanda, se trata de una labor que atañe a la sociedad en su conjunto y que origina vientos de cambio en varios aspectos de la vida en sociedad.

Básicamente porque la hegemonía masculina en el deporte opone resistencia al cambio e intentar desandar esos caminos trabajando por la inclusión de género es tanto o más complejo que en otras áreas.

Somos producto de una cultura en donde durante siglos las mujeres hemos sido consideradas no sólo diferentes a los hombres sino inferiores, y el deporte considerado cosa "de y para" hombres. A pesar de los avances y de que la presencia de mujeres en diversos ámbitos se incrementó, el deporte sigue siendo un reducto particularmente difícil a pesar de las luchas y los logros por la igualdad de condiciones.

Hoy, producto del empeño, el entrenamiento y la conquista de logros por parte del "sexo débil" de otras épocas, las mujeres logramos reducir día a día las diferencias frente a los hombres en el rendimiento deportivo, y es reforzando precisamente nuestra posición en el deporte donde combatimos los rezagos y las dificultades que la inequidad genera.

Fruto de la lucha por la inclusión y la equidad en las prácticas deportivas, nuestra ciudad cuenta con una Ordenanza sancionada en 2019 que promueve la igualdad de categorías y premiaciones en las competencias deportivas y es, en la pretensión de igualdad de oportunidades y la no discriminación, en donde el deporte es, una vez más, la vía de igualación de condiciones, de aprendizajes sociales y de formación y reproducción de nexos saludables.

Encauzar las posibilidades de alcanzar la igualdad de género en el deporte debería significar también potenciar el tratamiento igualitario en méritos, enfocado en todo momento hacia la consideración del deporte como herramienta social y cultural imprescindible para la erradicación de toda forma de discriminación.

Inexorablemente y encuadrados dentro esta perspectiva, debemos plantearnos cual es el tratamiento acerca de la información deportiva; no por una iniciativa estrictamente personal sino porque particularmente me hago eco de un reclamo generalizado de las mujeres, ya que es una realidad y una percepción generalizada, que dentro de la información deportiva casi no se dedica tiempo ni espacio a reconocer e informar los logros de las mujeres, y esto genera la invisibilidad de las deportistas que no ven reflejado el valor de sus logros.

Detenernos a observar estas prácticas y desde ahí proponer la inclusión de nuevas perspectivas sobre los espacios que van ganando las mujeres deportistas es una forma más de contribuir a la igualdad de género en nuestra sociedad y quizás el inicio de una solución definitiva respecto al tratamiento informativo acerca este tema, considerando que se configura también como una señal, un paso más hacia la equidad, la práctica de informar sin distinguir el género de sus protagonistas.

Plantearlo en este contexto, entendido como el espacio de equidad, abierto e igualitario, de actividad física orientada hacia la creación de hábitos saludables, no estereotipado, y sin prácticas que reproduzcan desigualdades, es sin dudas un reto de la sociedad en su conjunto, considerando que la deconstrucción es a veces, una nueva forma de fundar.