El Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia condenó al abogado de Trelew Pablo Pugh a dos años de prisión en suspenso por adulterar libros de exámenes en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

El abogado deberá cumplir 200 horas de trabajo comunitario gratis en una institución de bien público y quedó inhabilitado para ocupar cargos públicos durante 4 años, de acuerdo a lo informado por Diario Jornada. 

Según la sentencia, Pugh alteró libros de actas de exámenes libres en tres momentos diferentes: primero con su firma y sello introdujo al alumno Facundo Vega –conocido suyo- con 7 materias aprobadas por fuera de la lista y dentro del analítico; luego intentó corregir esta manipulación colocándolo como “ausente” aunque no retocó el analítico; por último y como estaba dejando huellas, quiso borrar toda la maniobra sustituyendo hojas viejas con nuevas, y cubriendo espacios con firmas falsas de docentes para simular que era el documento original.

De acuerdo a la sentencia, entre el 8 y el 12 de mayo de 2015 le avisaron que lo habían denunciado, y por eso entre el 12 y el 18 se llevó los libros para sacar fojas originales e insertar truchas.

El fallo desestimó todo complot en contra de Pugh. Y concluyó que pese a sus excusas, siempre tuvo acceso libre y sin control externo a los libros de exámenes en el edificio de aulas de Trelew. Era el responsable de esa oficina. “No le privó de cometer sobre ellos cualquier maniobra y reemplazos cuando quisiera y en el ámbito propicio fuera del alcance visual de sus subordinadas”.

El fallo advierte sobre el daño y el descrédito a la UNPSJB por el “escándalo” generado. También a los estudiantes en cuanto a la seguridad de sus calificaciones. Es que los tres libros aún conservan fojas de exámenes con firmas falsas de los docentes.

Los jueces también ordenaron investigar al exdecano de la Facultad, Augusto Ferrari, por abuso de autoridad y violencia laboral de género. Es que cuando las experimentadas empleadas Marcusino y Villarroel le revelaron las actas fraguadas, Ferrari primero perdió un tiempo valioso ya que debía “consultar con su grupo político” y luego las amenazó con un sumario.
“Debió razonablemente advertir evidencias suficientes de un serio delito que perjudicaba el instituto y sin embargo manifestó una dilación inexplicable, que dificultó el mejor esclarecimiento de los sucesos y la rápida individualización de todos sus involucrados”, advierte la sentencia. No demostró “vocación de servicio por la verdad”.

Fuente: Diario Jornada