Homicidio de Copponi: encontraron ADN del imputado en el arma secuestrada
La información fue confirmada por la Fiscal María Bottini. El resultado de la pericia llegó hace unos días y arroja datos contundentes. ¿Cómo sigue la causa?
La investigación que lleva adelante el Ministerio Público Fiscal de Esquel para determinar las circunstancias en que se produjo el asesinato de Federico Copponi están en la recta final y se encamina hacia la elevación de acusación y el juicio oral.
La Fiscal María Bottini confirmó en las últimas horas algunos datos que desde su mirada resultan muy importantes en el marco de la pesquisa que apunta a demostrar que Miguel Sáenz de Sumarán fue el autor responsable del asesinato. Actualmente permanece detenido en Esquel.
“Nos llego una pericia de ADN que trajo elementos contundentes porque encontramos material genético en el arma de fuego que secuestramos tanto de Sáenz de Sumarán como de la víctima” señaló la fiscal del caso. Esta pericia es clave para ratificar la hipótesis formulada.
Ahora restar hacer una pericia que se denomina de dinámica del hecho que es para establecer el modo o la mecánica del hecho. La hace un perito criminalista especial que lleva adelante junto a otro profesional que llega propuesto por la querella.
Una vez logrados estos datos estarían en condiciones de formular la acusación.
De esta manera la causa se encamina a un juicio que tendrá modalidad por jurados porque se trata de un homicidio agravado por alevosía. “nuestra hipótesis es que la víctima estaba durmiendo y de espalda, por lo cual no tenía forma de defenderse” señaló la fiscal.
La expectativa de pena es prisión perpetua.
El homicidio
Federico Copponi fue asesinado mientras dormía en un sillón de su casa, mediante un disparo de arma de fuego.
La Fiscalía pudo determinar que el imputado fue la última persona que estuvo con él esa noche, todos los demás se habían ido más temprano. El acusado tenía un arma calibre 22, previo al hecho. El proyectil que fue extraído de la víctima es calibre 22.
El arma fue secuestrada en el allanamiento a la vivienda de uno de los contactos del imputado, le habría sido entregada para que la oculte por otro sujeto muy cercano a él.
Al ser peritada se pudo determinar que es apta para el disparo, pero además que había sido disparada recientemente.
El imputado brindó información falsa al inicio de la investigación, sus dichos fueron cayendo en el contraste con las evidencias objetivas.
Hay testigos que sostienen que el imputado y el sujeto al que le dio el arma, se dedicaban a la venta de estupefacientes que traían desde Neuquén. Añadieron que el imputado utilizaba métodos violentos. Se habla además de un vínculo complejo con la víctima. Era de las personas que mas estaba en su casa, conocía las claves de los celulares de Copponi y según los testigos, se aprovechaba de él, le robaba. La familia de la víctima aportó que en la audiencia de control, el imputado vestía ropa que la mamá le había regalado a Federico días antes.
Sumado a estos elementos aparecen las transferencias de dinero de Federico mediante una billetera virtual. Hubo una transferencia de Copponi a las 2:20 hs al imputado. El imputado dice que no sabía a qué correspondía ese dinero y que lo guardó. Sin embargo se pudo constatar que la plata se transfirió a otras cuentas. A las 2:31 hs se vio al imputado en cercanías del domicilio, horario coincidente con la data de muerte de la víctima y con el momento en que dejó de tener actividad el celular de Federico.
Por otra parte, mediante pericias informáticas se supo que el imputado había buscado en Google como clonar teléfonos.