El encuentro para la entrevista fue en un lugar de ensueño, la antigua chacra de sus abuelos que con los años se convirtió en el hogar familiar a escasos metros de la portada de acceso, un sitio con la tranquilidad del campo, pero a minutos de la ciudad.

Al momento de presentarse Pablo nos dice que nació en Esquel hace 54 años, está casado con Andrea, tiene dos hijos: Renzo (21) y Román (19) su papá era militar, profesor de educación física. Por esas vicisitudes de la vida hubo sucesivas mudanzas como en cada familia ligada a una fuerza federal viviendo en lugares como Mendoza o Capital Federal donde ocurrió el gravísimo accidente en un ascensor que le cambió el eje de su vida.

"Vivía en el piso 22° de una torre y subiendo al ascensor en la planta baja, este arranca con las puertas abiertas. Cuando atino a subir me enganchó una pierna, como si me hubiese chupado y me arrastró hasta el 7° piso con todo el cuerpo dentro de la cabina menos la pierna que iba rozando contra la pared. Yo me tendría que haber muerto ahí porque la realidad fue esa… "

Pablo Traversaro recuerda el grave accidente que cambió su vida a los 14 años

Una vez adentrados en la charla Pablo cuenta “Tengo la suerte de que mi papá está vivo y es profesor de Educación Física él siempre estuvo involucrado con el deporte, antes de tener el accidente yo practicaba muchos deportes y doy gracias a la vida de poder hacerlo por eso le doy gracias también a mi papá y a mi abuelo de Esquel que siempre apostaron a que podría superarme en todo sentido” reflexiona.

“Empecé a recuperarme físicamente después de haber estado internado tres meses, quedé muy mal con diez kilos menos y todo pasaba precisamente por recuperarse física y mentalmente. Siempre digo que el grupo familiar y los amigos tienen un papel fundamental en eso”

En ese momento “sin internet para indagar” relata Pablo, no se sabía que hacer y  con esa duda estando internado en el hospital, una doctora me viene a ver y empiezo a preguntarle que iba a poder hacer yo con esta discapacidad y ella me dijo algo que me va a quedar grabado para toda la vida… vos vas a hacer todo lo que quieras hacer y el límite te lo vas a poner vos, porque si querés correr los cien metros llanos vas a poder, vas a llegar último seguramente, pero vas a poder". 

El relato de Pablo es movilizante “si es así listo! le respondí… porque voy a poder hacer todo lo que yo quiera y esa es mi filosofía de vida porque cuando a uno le cuesta mas, la retribución es el doble !!”

Tuvo una amputación y enfrentó todos los desafíos: "cuando a uno le cuesta más, la retribución es el doble"

El inicio de su carrera deportiva

En su relato detallado Pablo rememora sus primeras experiencias en el ski y la auto exigencia del mejor desempeño en la actividad “Luego de un tiempo, vino a Esquel un grupo de equitación que casualmente eran los que practicaban conmigo y los fui a saludar, me invitaron a esquiar y no les pude decir que no, asi que ahí comprobé que podía esquiar. Luego lo conozco a Leandro Román que vino a correr un Tetra, el también es amputado (aclara Pablo) y a los 19 o 20 años me enseñó a esquiar. Una semanita practicando y arranqué, empecé a entrenar, me convocaron a correr en nacionales y al vivir en Esquel todo el mundo ayudaba."

En este sentido destaca en La Hoya amigos como “El Tupa” Pacheco, Paco Alaiza, José María Rossi y todos los que estaban en el cerro que "me tiraban una mano como para explicarme cómo esquiar mejor”.

Pablo Traversaro: Me dije... voy a poder hacer todo lo que yo quiera

El precursor del esquí adaptado en la zona 

Con el tiempo y alejado de las competencias, Pablo comenzó a indagar en el ski adaptado, una idea que se fue gestando para poder dotar a La Hoya de herramientas que permitan la llegada de turistas con discapacidad que deseen disfrutar de un deporte invernal.

“Yo siempre digo que la montaña iguala y entonces aquellas personas que presentan discapacidades muy serias pueden ir y disfrutar un día en la montaña como cualquiera, eso para mi es extraordinario” expresa con entusiasmo, al tiempo que recuerda “Tenía una alumna que cuando vino con una discapacidad motriz reciente le dije… vos vas a esquiar y entonces cuando ella misma pudo ver que lo logró dijo si puedo esquiar, puedo hacer cualquier cosa en mi vida y escuchar eso a uno le llena la vida, porque con que con una acción de estas que le logre cambiar la vida a una sola persona me conforma”

Tuvo una amputación y enfrentó todos los desafíos: "cuando a uno le cuesta más, la retribución es el doble"

Otro ejemplo de motivación que se genera con el deporte adaptado es el inverso y Pablo nos contó que una vez se encontraron con "dos personas que se iniciaron de grandes en el ski y que luego de verlos a los deportistas con discapacidad correr un tetratlón en Chapelco dijeron… si ellos pueden correrlo, nosotros debemos correrlo y les sirvió como una forma concreta de superarse a si mismos".

La actividad del ski adaptado no tiene techo y recién está en etapa formativa “Nosotros somos la primera asociación de ski adaptado de la zona, después hay otra en Bariloche y en otros lugares, pero todos hacemos lo mismo, asi que lo que se viene es un aluvión de personas con discapacidad en el cerro, creo yo que va a estar muy bueno es motivador para nosotros como asociación y también para el lugar porque, mas allá que la discapacidad uno la padece, en este caso es para que la gente disfrute”. 

Tuvo una amputación y enfrentó todos los desafíos: "cuando a uno le cuesta más, la retribución es el doble"

Por otra parte Pablo destaca que el impacto económico es notable con la inclusión del ski adaptado “la persona con discapacidad no anda sola por la vida, viene con su grupo familiar, con amigos y siempre nos manejamos así lo que genera que todo el grupo se aloje en Esquel, consuma en Esquel, pague su pase y tracciona un montón” subraya Traversaro.

Traversaro es consciente y fundamenta que “no está mal mirar la discapacidad por el lado comercial, porque eso va a ayudar para que siendo Esquel un lugar accesible, mucha más gente con discapacidad nos elija." Agrega luego que "dentro de todo Esquel ya lo es, tiene alojamientos accesibles para personas discapacitadas, el centro de la ciudad lo es, al igual que el cerro y las confiterías”.