El 2019 no es un año más, como tampoco lo fue aquel 1994 en que se habilitó el Jardín de Infantes privado "Frutillitas" . Lo cierto es que "el Fruti" había comenzado un tiempo antes  en Esquel, con diferentes etapas de conducción.

Andrea Sarsa  y Laura Gin Gin se encontraron con su vocación y sus primeros pasos en el aula con los pequeños,  en el jardín Frutillitas que dirigía Silvia Bestene un tiempo antes.

"Surgió entonces una vacante de una docente y una auxiliar, el mismo día fuimos ambas en busca de esos puestos" recuerdan en esta nota con EQSnotas.com

Un tiempo después apareció la posibilidad de asumir la dirección y ahí comenzó la historia juntas que llegó hasta el fin de este 2019.

Laura estaba estudiando fuera de la ciudad, Andrea la convocó con esta propuesta y juntas diseñaron un proyecto que fue la columna vertebral de la institución que se convirtió en una  de las más tradicionales de Esquel.

Hoy sus "alumnitos" regresan con su propios hijos, con una gran muestra de amor y reconocimiento por lo vivido juntos.

Misión cumplida: el Jardín Frutillitas puso punto final

La formulación de un proyecto,  su "para qué" fue lo primero. Y ese principio también marcó el final. La fidelidad a una propuesta que por diferentes circunstancias hoy cuesta sostener, determinó que llegara el momento de decir "hasta acá".

Cada paso de esta historia lo recuerdan con cariño y mientras relatan la mirada se va en el tiempo y (casi sin querer) se puede ver en sus ojos la sucesión de caritas y momentos que pasaron por cada uno de los espacios que transitaron. Mudanzas, decoraciones, más niños, más desafíos, más responsabilidades, más amor, más confianza, más y más y más...

"Comenzamos en un local ubicado sobre la calle Perito Moreno, casi Alvear, ahí empezó nuestra historia del Fruti juntas" nos cuenta Andrea. Y de allí en adelante, nada sería igual.

#EnVideo el testimonio y las imágenes 

Sin embargo, sostienen que el ciclo está cumplido.

Una gran cantidad de familias de Esquel pasaron por sus aulas y cada uno de los años era reinventarse y sorprender. Entre guardapolvos de colores y maestras sonrientes, con todos los colaboradores del jardín trabajando en la misma sintonía cada día aparecía la necesidad de generar una propuesta innovadora. Pero no sólo para los chicos, sino también para las propias familias y el equipo del jardín.

Aclaran que la pasión marcó toda esa trayectoria, y si bien eso no está perdido, hoy las circunstancias generales para sostener ese proyecto meditado y soñado en el principio, son realmente diferentes.

#EnVideo el testimonio y las imágenes

"El Fruti es nuestro proyecto de vida" destacan con lágrimas en los ojos. La vida misma desde lo profesional y lo personal se muestra en momentos compartidos.

El acto de cierre del 2019, no fue uno más sin dudas. El más emocionante quizás pero también el mas reconfortante mirado en el tiempo.

"El Fruti" escribió su punto final en los papeles, pero sigue vivo en el recuerdo de cada uno de los que estuvieron ligados a esa catarata de sueños.

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