Un sondeo de la consultora IPSOS pone de manifiesto cómo los argentinos achicaron sus presupuestos en diferentes categorías.

Todo un signo de los tiempos: en época de  inflación  los consumidores se vieron en la obligación de ajustarse el cinturón.

Es lo que decidieron nada menos que siete de cada diez familias argentinas, que ya comenzaron a restringir sus presupuestos destinados a compras, según se desprende de un relevamiento de la consultora Ipsos.

De acuerdo con este estudio, el 68% de las familias recortó sus gastos cotidianos como consecuencia de la caída del poder adquisitivo.

Un dato elocuente al respecto es el hecho de que un 52% de los relevados dijo que la inflación  es el principal problema de la Argentina. En la medición previa, realizada durante el mes de enero, esa proporción era cinco punto menor.

El trabajo de Ipsos -entre 677 encuestados de distintos estratos sociales- da cuenta de que el rubro más perjudicado es el que engloba a "ropa, calzados y accesorios".

En ese caso, un 72% de los consumidores admitió que achicó el gasto destinado a esa categoría.

Las ventas de indumentaria no logran recuperar la senda del crecimiento: según la CAME, en los comercios minoristas las compras cayeron 1,5% en enero de 2018 contra igual mes del año pasado.

Desde la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria, el consenso es que en 2018 no se recuperará la demanda sectorial.

La segunda categoría donde más se sintió el ajuste fue en las salidas a comer: un 69% recortó su presupuesto.

Sin dudas, se trata de uno de los "gustos" preferidos por los argentinos, pero también, uno de los nichos más sensibles cuando el poder de compra flaquea.

En tercer lugar aparece el "entretenimiento" -como una salida al cine o teatro- que también sufrió el achique. Un 67% admitió un ajuste. Para ellos, la opción Netflix se hizo más valedera.

Le siguió el segmento de las "vacaciones y los viajes". Seis de cada diez encuestados afirmó haber hecho un reacomodamiento en los presupuestos para estas actividades.

El impacto en el sector más bajo

A la hora de visitar un supermercado, un 50% de los encuestados admitió que compra menos artículos para el hogar, entre los que figuran los productos de limpieza.

Más llamativo es que un 37% dijo que adquiere una menor cantidad de alimentos. En relación a estos dos últimos rubros -productos para el hogar y alimentos- resulta interesante observar la actitud que vienen tomando los consumidores

*Un 65% de la gente admitió el cambio de una marca que venía comprando por otra de menor precio, aunque sepa que adquiere algo de menor calidad o un artículo que le gusta menos. Pero que debe resignar por culpa de la caída del poder adquisitivo.

*En línea con esta tendencia, seis de cada diez personas aceptaron el cambio de la marca que venían eligiendo por otra "genérica" o directamente una marca propia del supermercado.

No es casual que las grandes cadenas hayan potenciado sus propias marcas -ampliándola a todos los rubros de la canasta básica- para ofrecerles a sus clientes precios más bajos que las compañías líderes, en el marco de la guerra comercial que las grandes superficies mantienen con los mayoristas.

*En línea con estos datos, la consultora especializada en consumo  Kantar WorldPanel detectó que las marcas propias de las cadenas crecieron 12% en volumen durante 2017, y fue el mejor resultado de los últimos tres años.

*A su vez, el 47% de los consumidores directamente aplicó el ajuste comprando presentaciones o paquetes más pequeños de productos alimenticios o de artículos para el hogar.

Fuente Iprofesional