Un bus con futbolistas de Boca fue agredido salvajemente por hinchas de River cuando iba rumbo al Monumental para dirimir la final histórica de la Copa Libertadores. Los incidentes incluyeron gases lacrimógenos arrojados por la policía y futbolistas heridos, empañando la final más esperada por los amantes del fútbol nacional y seguida de cerca por el mundo.

Dos jugadores de Boca fueron derivados al Sanatorio Otamendi con heridas. Pablo Pérez recibió cortes en un brazo y astillas de vidrio en los ojos luego de que estallaran las ventanas del micro por los piedrazos. En similares condiciones fue hospitalizado Gonzalo Lamardo.

Hay gran tristeza, rabia y unánimes pedidos en las redes sociales para suspender el partido, sin embargo la Conmebol definió la continuidad, primero a las 18, ahora a las 19.15.

Si el Superclásico se juega de todos modos, Boca y River volverán a verse las caras en el Monumental para dirimir la Copa de América, con un comienzo como el que nadie quería.

Foto: ESPN