Nené Guitart: “Hay artistas jóvenes de gran calidad”

Por Milagros Nores/Producción audiovisual: Juan Balestra

"Uno crea por una necesidad interna. La escritura, el teatro, el arte en general no se imponen, es algo que uno tiene y no sabe que lo tiene. Esa voz propia hay que buscarla", sintetiza Nené Guitart.

Son tiempos difíciles para los trabajadores de la cultura. Mientras resisten y esperan, muchos siguen creando, al igual que esta inquieta hacedora cultural de Esquel. El mundo del teatro y de lo literario en particular, tienen a Nené Guitart como referente. Sus letras se sueltan y viajan del libro a la escena teatral.

Es hija de inmigrantes catalanes, profesora de francés y traductora, ya jubilada. Paralelamente tiene un extenso camino —con varias distinciones y premios— de más de tres décadas como escritora y dramaturga. Tiene la capacidad de reinventarse y seguir sorprendiendo, siempre haciendo arte en generosa comunidad.

Inmersa en varios proyectos simultáneos, con su grupo de teatro Efectos Colaterales o con el Jardín Teatro Laboratorio, Nené aporta su experiencia pero también se nutre de nuevas influencias. En esta charla, celebra la fuerte movida cultural en Esquel y reivindica el abundante aporte de nuevas generaciones tanto en literatura y teatro como a nivel musical o audiovisual. "Hay mucho arte y del bueno".

EQS Notas:—A ocho meses de la cuarentena, ¿cómo se trabaja en las propuestas teatrales?

NG:—Si vuelve el teatro va a haber un montón de obras. No hemos parado, nunca he trabajado tanto. Ahora hacia fuera, con el público, nadie sabe aún qué pasará. Seguimos esperando que se pueda empezar a presentar algo, aunque sea con menos gente. Hoy hay que trabajar con la incertidumbre y vivir con ella. Es medio difícil planificar algo más allá del trabajo creativo, que igual es mucho. Ahora presentamos otro proyecto para hacer radioteatro. Pero para lo que es el trabajo creativo que más me gusta, que es el de la escritura, es un tiempo propicio, a pesar de esta inquietud que a veces nos cuesta.

-¿Hay novedades sobre una posible apertura del teatro o están pensando algún formato online? 

-No sé si es posible en lo escénico. Estoy en contacto con amigos y familia en España y a pesar del confinamiento se buscaron otras formas. El tema es que acá se habían trabajado ideas con la provincia y Nación pero también el brote en la Costa complicó todo. En mi caso no dependo de esto para vivir. Entiendo que otros estén intentando esos formatos, pero hasta ahora, el teatro es pobre en formato digital. No trabaja con recursos de cine y justamente existe en lo presencial. No sé, hay que vivir con esto.

—¿Qué proyectos estás llevando adelante?

—En mi caso, me propusieron publicar mis obras de teatro. Lo veo posible, hay como una vuelta a esto, porque el teatro como que se dejó de leer, pero ahora hay editoriales que están publicando y es algo interesante. Los talleres de ficción narrativa están parados, aunque estoy terminando de ayudar a publicar los libros de dos alumnas. Me encanta el trabajo de edición, acompañar la reescritura.

Con Efectos Colaterales tenemos obras sin estrenar, que estamos trabajando con las chicas, donde indagamos sobre la vejez y los cuerpos. Después hay otra que se llama "Pueblo" que me encantaría hacerla. Tuvo una mención de Argentores y del Instituto Nacional del Teatro. En esa trabajé con textos reales de Marcelo Troiano, un gran historiador que tenemos en Esquel.

EQS Notas —¿Cómo empezó tu camino en la actuación y la dramaturgia? 

—Vengo de las letras, del profesorado de francés, pero cuando estudiaba en Buenos Aires hice formación actoral tres años con un director que venía de Rumania, exiliado. Eso fue fundante para mí, porque en ese momento en Argentina todavía estábamos saliendo de la dictadura y el teatro era un teatro muy ideológico, muy realista, porque era el momento, era lo necesario. Y yo me formé con otra visión distinta, más que ver con lo poético, con lo físico, era otro tipo de teatro que iba apareciendo de a poco. Cuando me recibí me vine a Esquel. Trabajé como actriz y en un momento me puse a escribir.

Mi primera obra fue en los ´90, y siempre seguí con el teatro. En el 2000, cuando cuando se hizo acá la carrera de profesor de teatro a término di el taller de dramaturgia y por el 2002, 2003 armamos el grupo Efectos Colaterales. A partir de ahí escribí yo todas las obras, algunas en trabajo conjunto con los actores.

—¿Cómo es el proceso de escribir para el teatro a diferencia de una novela? 

—En la dramaturgia siempre le digo a mis alumnos que hay que trabajar con imágenes. La obra "Los hijos llegan como el agua", después fue la novela "La cadencia de la marea". Es interesante, nunca lo había hecho. Primero apareció como obra de teatro y se transformó en novela. El tema es que la escritura es muy solitaria, hay que tener mucha disciplina. A mí me cuesta eso. Son horas y horas y cuando uno más escribe, más corrige. El teatro, al tener gente, actores que están esperando, los ensayos, eso me genera a mí una escritura más ágil, es algo que va a estar ahí, en escena. Lo encuentro más fácil. Necesito trabajar con fechas. Por eso me presento en concursos, no tanto por el premio, si viene es bienvenido, sino para imponerme el límite exterior. Te obliga a armarte rutinas. Todos los escritores lo dicen: no es "me vino la inspiración", son ocho horas por día, es laburo, constancia y ahí empiezan a aparecer las cosas interesantes. En cambio, el teatro es el lugar que me permite escribir y ver ese resultado inmediatamente.

—¿Sintonizaste tu trabajo con la tecnología?

—Estoy  muy adaptada. Primero que para personas como yo, que consumimos libros y buscamos continuamente, pero vivimos en lugares alejados el ebook es una solución. Hasta ahora lo usaba cuando viajaba pero hoy directamente leo en todo momento ahí, más ahora que no se puede viajar y acá no hay tanta oferta. Pero incluso con la escritura, con la corrección de libros de mis alumnos, ya prefiero ver el trabajo en pantalla. Solo al final voy a la copia papel. El acceso al mundo que te da la tecnología bien usada es una maravilla. Poder ver conferencias o clases de los autores que me gustan online, como ahora en el festival internacional de literatura de Buenos Aires, es impagable.

—Hay una percepción de que los nativos digitales funcionan más con lo efímero, y lo reflexivo les cuesta mucho más. ¿Cómo afectan los cambios en la lectura y las redes sociales a las nuevas generaciones, por ejemplo en lo que es creación literaria?

—Yo tengo una visión optimista de la tecnología y el arte de los más jóvenes. Hay una gran cantidad de literatura en el país y el mundo de gente joven que es impresionante. En lo masivo, en lo que es la información o las redes siempre hay mucha porquería, pero si salís de ahí podés ver que hay gran cantidad de gente joven haciendo buenas cosas. Pensá en las series y películas, también está volviendo mucho la poesía. Yo veo que hay cosas de excelente calidad y con acceso inmediato. Mismo en Esquel, nosotros con Jairo (Bedoya) y Darío (Castro) hicimos un producto fantástico como es el teatro Kabarett.

#EnVideoEQS: Su optimismo por la gran movida cultural en Esquel y el reconocimiento a los chicos que sostienen hoy La Juntadera, sala de teatro que con su impulso se pudo comprar y ya cumplió tres años.

#EnVideoEQS la idea de buscar la propia voz para crear. El arte como profético de aquello que después corrobora la ciencia:

"Nuestros espacios de creación son sagrados, los vemos como un lugar de resistencia, donde hablamos de literatura, de autores y artistas que no suelen verse en televisión masiva. Pero sospecho que siempre han sido lugares más bien minoritarios" resume Nené y remata: "Creo que si tenemos alguna cabida en este mundo, el único lugar que siento más humano es en la creación. Hay que buscar espacios de creación, de lo que sea".

Podés encontrar más de Nené en el FB: Efectos Colaterales. Sus libros: Metafísica de la Digestión y otros relatos y La Cadencia de la Marea, por Ediciones del Jinete Insomne.