Aunque los efectos dependen de las condiciones de exposición -la intensidad, la duración y la periodicidad-, las características son similares a las causadas por la radiación UVA y UVB.

"Si bien el sol emite mayor cantidad de luz azul-violeta que los dispositivos electrónicos, las estadísticas muestran que la gente pasa 9 horas diarias frente a algún tipo de pantalla y que la distancia del ojo a estas fuentes es muy reducida", cuenta Norma Bustos, doctora en química y especializada en cosmética.

Esta sobreexposición a estas radiaciones, conocidas como luz azul o High Energy Visible (HEV), es tan nociva como los rayos UVA y UVB combinados: penetran profundamente en la piel y dañan todas las capas que la conforman, acelerando la generación de radicales libres. La luz azul tiene múltiples efectos nocivos sobre la piel, pero el más frecuente es la aparición de manchas de difícil tratamiento.

Envejecimiento digital: los efectos negativos de la luz azul en la piel

"Esto se debe a que la piel ante la exposición continua de luz produce melanina, pero de manera desorganizada, provocando un bronceado disparejo con aparición de manchas en región frontal y pómulos de un aspecto antiestético", explica Diego Rodrigo Silva, dermatólogo de Estética y Dermatología del Sanatorio Finochietto. A esto debemos sumarle la polución ambiental.

¿El resultado? Una piel hiperpigmentada, con pérdida de elasticidad y debilitamiento de la barrera epidérmica, y con signos de envejecimiento prematuro.

Los síntomas más visibles del envejecimiento digital son:

*Pérdida de firmeza y elasticidad de la piel por la disminución de la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico.

*Deterioro de las membranas celulares.

*Aparición de manchas por la sobreproducción de melanina que propicia la luz emitida por las pantallas de los celulares.

*Deshidratación y flacidez en la piel del rostro que causan las ondas electromagnéticas generadas por las computadoras.

*Alteraciones en el ADN de las células de la piel que puedan conducir a la muerte de estas.

Envejecimiento digital: los efectos negativos de la luz azul en la piel

Vivir conectados sin dañar la piel

*Incorporar a la rutina diaria un producto específico para la protección de la luz azul y ambiental, cuentan con bluescreen y nanosferas con vitamina A y E.

*Comenzar con una visita a un dermatólogo.

*Usar siempre pantalla solar con FPS mayor 30, inclusive dentro del hogar o trabajo por la exposición a pantallas que emiten esta luz.

*Evitar el uso de dispositivos durante la noche e hidratar intensamente la piel.

*Las sesiones de radiofrecuencia contribuirán a darle más elasticidad a la piel y a favorecer la producción de colágeno.

*Vale la pena recordar que al momento del descanso, por la noche, lo saludable es mantener alejado el celular y reducir al máximo el uso de pantallas.

*Durante el día, apartar con frecuencia los ojos de las pantallas y no abusar de las contracciones de los párpados para evitar formación de arrugas.

Fuente: Infobae