Chubut se convierte en la primera provincia patagónica en incorporar la técnica de la PCR para detectar el Chagas en recién nacidos. La herramienta brinda mayor seguridad y especificidad al estudio, y fue utilizada recientemente por primera vez en el Laboratorio Provincial de Patologías Prevalentes y Epidemiología del Hospital Zonal “Dr. Adolfo Margara” de Trelew.

Al respecto, el jefe del Laboratorio Provincial de Patologías Prevalentes y Epidemiología, Sebastián Podestá, indicó que “es la primera vez que se utiliza esta técnica diagnóstica para Chagas en la región patagónica”, y añadió que representa “un salto fundamental en la calidad de los resultados”.

“La implementación de dicha tecnología permite tener más seguridad y especificidad en el diagnóstico, ya que reemplaza la técnica de microhematocrito, cuya sensibilidad es inferior”, detalló Podestá, destacando la importancia del “diagnóstico temprano de esta enfermedad”, ya que “cuanto antes se comience con el tratamiento, mejores son los resultados”.

Asimismo, el referente sanitario explicó que “en Chubut, que no presenta transmisión vectorial de Chagas, la principal forma de transmisión es congénita, a través de una madre que presenta la enfermedad y se la transmite a su hijo recién nacido”.

Cabe destacar que el Chagas congénito es una variante de trascendencia creciente en la región y, con esta tecnología, se podrá mejorar la vigilancia y el tratamiento oportuno de las madres y los recién nacidos en la provincia.

Chubut es la primera provincia patagónica que utiliza una nueva técnica para detectar el Chagas en recién nacidos

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la enfermedad de Chagas es una afección parasitaria, sistémica, crónica, transmitida por vectores y causada por el protozoario Trypanosomacruzi, con una firme vinculación con aspectos socioeconómico-culturales deficitarios, considerándosela una enfermedad desatendida.

Es una patología endémica en 21 países de las Américas, aunque las migraciones de personas infectadas pueden llevarla a países no endémicos de América y el mundo.

El principal mecanismo de transmisión es vectorial, por hemípteros (chinches), de la subfamilia Triatominae (con alimentación hematófaga), los cuales infectan personas expuestas a su picadura, al depositar sus heces infectadas en heridas de la piel o sobre mucosas. Otras modalidades de transmisión son transfusional, congénita, trasplantes de órganos u oral.

Aunque la mortalidad ha disminuido significativamente, la enfermedad puede causar consecuencias irreversibles y crónicas en el corazón, el sistema digestivo y el sistema nervioso.