El intendente Ongarato fue consultado por el malestar que expresó el ministro de Salud de Chubut, Fabián Puratich a la flexibilización que hicieron del decreto provincial las localidades de Esquel y Trevelin en relación a los comercios.

"El decreto es claro" había dicho el ministro. Al respecto, el intendente Ongarato justificó la decisión y explicó que se tomó en conjunto con Trevelin para "evitar cierres y despidos", mientras que explicó que "la experiencia de este año nos dice que en esta zona los contagios no están en los comercios".

En contacto con la prensa durante la conmemoración aniversario de la Revolución de Mayo, el mandatario municipal señaló que "después de un año estamos en un contexto complicado, por esa razón nosotros estamos conmemorando este acto con la menor cantidad de gente que nos permitió mantener el distanciamiento como para ser parte de esta estrategia y necesidad de bajar contagios de COVID que hay en esta ciudad".

Luego, respondió sobre el movimiento en estos últimos días: "fueron días de feriado, no podemos hacer el balance más correcto. Hubo poca gente, vamos a ver cómo resulta mañana y aprovecho la oportunidad para decirle a los vecinos que esto es responsabilidad de cada uno de nosotros. Esta semana hasta el domingo que viene solo salir si es imprescindible".

Una vez más, rescató la labor del personal de salud y dijo que hay estrictos controles en la Portada.

Sobre los dichos del ministro, explicó que está al tanto pero señaló que "nosotros con el intendente de Trevelin previo a que comiencen las medidas acordamos un criterio común. La estrategia y a forma de vivir de cada ciudad es lo que hemos manifestado cada intendente en la videoconferencia. Bajar los contagios de acuerdo a la forma de vida de cada localidad y a su idiosincrasia" señaló.

"Entiendo las medidas allá en Buenos Aires pero somos una ciudad chica y esas situaciones de contagio en la vereda no se dan, y nuestros comerciantes son cuidadosos de los protocolos" dijo y recalcó que "la situación social y económica en nuestra ciudad es extrema. Nosotros consideramos por toda la experiencia de este año que la mayor cantidad de contagios no se dio en una tienda de ropa, ni en una zapatería y difícilmente en alguna confitería, sino en aquellos lugares donde el Estado no puede controlar, en quinchos de las casas, en chacras".