Zulema Dañil y Edgardo Brenzoni tienen 82 y 83 años, son de Pergamino y estaban alojados en la Hostería El Coirón cuando se incendió el pasado viernes. Lejos de quedarse con la situación traumática, contaron en diálogo con EQSnotas.com la otra cara de este episodio lamentable: el acompañamiento y la solidaridad del pueblo de Esquel. 

Habían vuelto cansados de un paseo y en el momento en que se desató el fuego estaban durmiendo la siesta. Escucharon los fuertes golpes en la puerta y los gritos desesperados diciéndoles que salgan. "Nos quedamos afuera en la parte de atrás, no entendíamos lo que estaba pasando", comentó Edgardo.

En un momento se cruzaron a la vereda de enfrente y encontraron a un joven con un bebé en brazos que los invitó a pasar a su casa. Zulema pasó al baño y la mujer del muchacho que los había hecho pasar les dijo: "Ustedes no se preocupen, esta noche se quedan a dormir aquí". "No sabían nuestros nombres, quiénes éramos. Fantástico", valoró el hombre. 

Cuando no los vieron en inmediaciones del hotel todos estaban preocupados buscándolos. Cuando los encontraron fue un momento de mucha emoción en el sentido e interminable abrazo con una de las empleadas de El Coirón, que estaba muy preocupada. "Les veía en los ojos la infinita ternura que tenían. Lo cuento y siento escalofríos", señaló Zulema. 

Como muchos de los afectados, quedaron solo con lo puesto porque no llegaron a sacar nada de la habitación. Los trasladaron al hotel Sol del Sur y les llevaron ropa e incluso les dieron dinero para que puedan movilizarse con tranquilidad. "Sentir el ser humano que ayuda al ser humano sin ningún tipo de condicionamiento. Esta ciudad nos brindó esa contención. Hemos recibido amor, afecto, respeto", remarcó Edgardo.

La otra cara del incendio: una pareja destaca "el amor, el afecto y la contención"

Zulema también destacó la "notable humanidad" de todas las personas que los asistieron ante tan difícil situación. "Después de esto a cada rato venía uno u otro a ver qué necesitábamos o nos traían algo", subrayó.

"En un momento dado nos invitan a ir al tercer piso que había una reunión con el psicólogo de los bomberos, había un bombero y la gente que estuvo en toda esta situación", agregó. En esta reunión, donde también estuvo el secretario de Turismo, Gustavo Simieli, cada uno habló y contó sus vivencias y "la ansiedad y el susto se transforman en emoción".

"Predominó el sentimiento de que uno estaba en pos del otro considerando lo que vivió. Fue un renacer", dijo la mujer aún con la emotividad a flor de piel. Sostuvo que "al volver a la habitación nos sentíamos totalmente distintos". 

"No miro lo traumático, nosotros con nuestra edad hemos superado muchas cosas. Esto no me lo puedo olvidar nunca, el amor, el afecto, el lugar", aseguró. 

Zulema relata su experiencia