La Escuela inclusiva de formación profesional para jóvenes Nro 1734 de Esquel, Cacique Inacayal avanza poco a poco en la obra de construcción de las aulas, oficinas y sanitarios con donaciones de dinero y materiales, que surgen de la comunidad y de la asociación de Damas Salesianas del país, como también de argentinos que están en otros países.

La responsable legal, Gabriela Frecero, agradeció la ayuda de la comunidad para solventar la obra y la confianza en la tarea de este establecimiento, destinado a jóvenes que no terminaron el secundario y que están en vulnerabilidad social. "Vamos de a poco porque no tenemos el dinero total para terminar la obra, pero la ayuda que estamos recibiendo es mucha a pesar de la crisis" expresó y adelantó que "si pudiéramos terminar en marzo ya podríamos mudar completamente la escuela acá".

La escuela tiene una matrícula de entre cien y ciento veinte chicos, muchos de ellos con problemáticas sociales, que este año sufrieron las consecuencias de no poder acceder a las formaciones prácticas, en su mayoría no tienen conectividad, aunque lograron mantener un contacto con los docentes.

La obra comenzó en enero del año pasado en un predio cedido por el municipio de Esquel, sin aportes del Estado provincial, excepto para el funcionamiento del comedor y los sueldos docentes. La escuela comenzó a construir la cocina a través de una campaña y hoy ya tienen levantadas las paredes de cuatro aulas, oficinas y sanitarios.

En cuanto al año particular que atravesó la educación, Frecero rescató el enorme esfuerzo del personal docente para mantener el contacto con los alumnos. Luego, recordó que son bienvenidas las donaciones para continuar con la obra.