Este viernes, el sector de rehabilitación del HZE será bautizado en memoria de la profesional y reconocida vecina de Esquel, María Teresa Patalagoyti de Lloyd, en reconocimiento a su inmensa tarea fundacional en este espacio.

Por María Lloyd

"Nació en 1951. Madre. Fonoaudióloga. Especialista en comentarios incómodos y en sonrisas destellantes. La mejor técnica para caras de culo inertes e improvisación de charlas. En su trabajo era igual de alegre pero allí volcó toda la tenacidad que le faltó con sus cuatro "hermosos" (decía ella eh?) hijos. "Ninguno me salió creyente", confesaba.

"Busco un currículum de mi mamá desde hace unos años. Tampoco me maté, pero algo sentía que iba a descubrir. Desde que tengo memoria "Teresiña" se esmeraba para conseguir audífonos, "hoy tengo chicos con Di Blassi", comentaba y yo pensaba que Di Blassi era una enfermedad (vieron que las enfermedades son casi todas los apellidos de los que las detectaron), y era un amigo y neurólogo de Bariloche. Puteaba y a veces tenía discusiones y se peleaba, pero siempre quería armar equipo e iba de acá para allá con Devetak, haciendo capacitaciones, trabajando con la "ley de cheques", laburó por y para la salud en las zonas rurales y peleó cada pesito que pudo para conseguir ambulancias, trabajar por la accesibilidad y la inclusión de las personas con discapacidad. Eso es lo que yo veía en mi casa, como hija, pero si me guiaba por lo que decía, lo que más repetía era "equipo de rehabilitación".

"Y cuando le pedí a una de sus grandes compañeras, un currículum, me dice: "Me costó encontrar. Es que tu mamá no necesitaba currículum". Y eso es lo que descubrí, de hecho no lo leí. Mi mamá siempre habló de cómo trabajaba el "equipo de rehabilitación". Me encantaría nombrarlos a todos pero todos están hoy en el nombre de mi vieja, así que cuando la nombro, los nombro y así quedará también en la placa que le pongan al servicio. Todos ustedes son parte porque eso es lo que mi mamá adoró, y no digo nada sobre su compromiso con el tema porque estaba dado por sentado en cada acción. Eso fue mi vieja y creo es lo más cercano a lo que le hubiese gustado decir.

"Hasta el año pasado mi mamá cosió mantitas para regalar a Maternidad del Hospital, la salud pública era para ella una bandera. No creo que haga falta que lo diga pero me pinta igual recordar que era honesta, era feliz, tuvo al mejor tipo acompañándola con el amor más tierno que pudo encandilarme en esta vida y se divertía mucho trabajando, conociendo, aprendiendo.

"Tenía una gran expresividad corporal y era maravillosa su creatividad con las puteadas. Como no conseguí el currículum entero la verdad es que no sé en detalle su experiencia profesional pero era re hinchabolas, y así gestionaba con el equipo. Y a mi vieja la motivaba su grupo y la motivaba que los relegados por los que ella había elegido laburar, tuvieran algún alivio en sus dificultades o pudiesen encontrar espacios para desenvolver su vida sin limitaciones más que las que pudiera tener motriz, cognitiva, madurativamente o facilitandole aquello que no podía hacer para que, justamente no las tuviera.

"Iba a escribir una nota periodística y no pude. Escribí de hija nomás. Mi vieja no necesitaba currículum".