Luego de la intoxicación por monóxido de carbono que sufrieron docentes y alumnos de la Escuela 7719 de El Maitén, la investigaciones para establecer las responsabilidades avanzan. Lo ocurrido provocó la renuncia de la ministra de Educación, Florencia Perata, y los padres de los estudiantes quieren saber a quién le corresponde la responsabilidad.

En el mismo edificio funcionan la Escuela 7719, cuya directora es Inés Oñate, y la 93, que dirige Zulma Urrutia. Algunos padres han responsabilizado de manera agresiva a los equipos directivos, según el relato del abogado Juan Zapata, que es el representante legal de las dos. 

En conversación con Notas de Radio por FM Sol, el letrado sostuvo que hay dos investigaciones en curso. Una es llevada adelante por la Fiscalía, a cargo de Carlos Díaz Mayer, donde se intentan establecer cómo sucedieron los hechos. La otra, en tanto, es llevada a cabo por la Oficina Anticorrupción para evaluar las contrataciones. 

Por un lado, Zapata señaló que en el edificio "no había una pérdida de gas, hubo una intoxicación por monóxido de carbono". Es parte de las averiguaciones determinar ciertas cuestiones como que no había una buena ventilación, que es responsabilidad de la empresa a cargo de la obra.

Dentro de todo este escenario, el abogado consideró que algunos padres "están haciendo una cazería de brujas en cuanto a los directivos". Sostuvo que equivocaron la dirección de los reclamos y "se han ensañado con las directoras cuando el foco había que ponerlo en otra dirección".

Afirmó que escapa a la responsabilidad de los equipos directivos muchas cuestiones y uno de los padres fue denunciado por amenazar a las directoras, lo que derivó en una prohibición de acercamiento. "En un grupo de WhatsApp de los papás andaban rondando este tipo de cuestiones, dos papás haciendo una campaña importante contra los directivo", planteó Zapata. 

Subrayó que es responsable la empresa y mostró cierta sospecha por la cantidad de contrataciones directas del Ministerio de Educación que tiene: "Está ganando todas las licitaciones en la cordillera".

Sostuvo que "las directoras no son gasistas matriculadas" y personal idóneo de la compañía les dijo que el sector se podía transitar. "Escapa a ellas, que confían en que quiénes estaban haciendo las cosas las estaban haciendo bien".

Por último, Zapata precisó que no hay nada en las investigaciones en curso que haga suponer que Oñate y Urrutia tuvieron algún tipo de responsabilidad.