Cada 14 de febrero, se celebra el Día de San Valentín o el Día de los Enamorados en distintos países del mundo. Pero, ¿por qué se celebra?

La historia de esta celebración se remonta a un leyenda en Roma. El cuento dice que durante el año 270 d.C., el gran imperio se encontraba en decadencia y perdiendo batallas contra sus rivales. El emperador de entonces, Claudio III, consideró que los hombres casados rendían menos en los combates por estar emocionalmente ligados a sus familias.

Es por eso que ordenó prohibir el matrimonio. Así fue que Valentín, un obispo cristiano, disconforme con aquella decisión, comenzó secretamente a unir en sagrado matrimonio a las parejas de jóvenes enamorados que acudían a él.

Cuando Claudio III se enteró detuvo al religioso y lo presionó para que renunciara al cristianismo. Ante su negativa, lo condenó a morir.

Fue durante las últimas semanas de su vida que uno de sus carceleros reconoció en Valentín a un hombre de letras y llevó a su hija Julia -ciega de nacimiento- para que recibiera lecciones de él.

Así, Valentín le leyó cuentos de la historia romana, le enseñó aritmética y le habló de Dios. Julia aprendió a ver el mundo a través de los ojos de Valentín, hasta que finalmente las sucesivas súplicas de la joven poder ver fueron escuchadas.

En la víspera de su muerte, Valentín le escribió una última carta a Julia pidiéndole que se mantuviera cerca de Dios y la firmó "De tu Valentín", sin saber que de esa manera daba origen a la tradición de enviar mensajes de amor en esta fecha tan particular.

Valentín fue ejecutado al día siguiente, el 14 de febrero del año 270, cerca de una puerta que más tarde fuera nombrada Puerta de Valentín para honrar su memoria.

El primer Día de San Valentín fue celebrado el 14 de febrero de 494.

Día de San Valentín: Tres cartas para morir de amor

Tres cartas para morir de amor

Estas son las cartas románticas más conocidas y lindas del mundo.

Johnny Cash a June Carter

La pareja se conoció en 1956, cuando June debutó en el Grand Ole Opry de Nashville, meca del country. Ambos estaban casados, pero se enamoraron profundamente y él terminó pidiéndole matrimonio públicamente.

La carta: 

“Nos hacemos viejos y nos acostumbramos el uno al otro. Pensamos parecido. Nos leemos la mente. Sabemos qué quiere el otro sin preguntarlo. A veces, nos irritamos un poco el uno al otro.

Tal vez, a veces nos damos por sentado. Pero hay ocasiones, de vez en cuando, como hoy que lo medito, me doy cuenta de la suerte que tengo por compartir mi vida con la mujer más extraordinaria que he conocido.

Todavía me fascinas y me inspiras. Me influyes para mejorar. Eres lo que deseo, la razón número uno en la tierra para mi existencia”.

Marcel Cerdan a Edith Piaf

Marcel Cerdan y Edith Piaf. Vivieron el uno para el otro durante años hasta la trágica muerte de Cerdán en 1963 en un accidente de avión en las Azores.

El intercambio:

“Yo te amo irracionalmente, anormalmente, locamente, y nada puedo hacer para evitarlo. La culpa es tuya, eres magnífico. Abrázame con el pensamiento entre tus brazos y piensa que nada cuenta en el mundo aparte de tú y yo”, escribió Edith Piaf a Cerdan el 20 de mayo de 1949.

El respondió: “Existe una sola Edith Piaf y yo tengo la suerte, yo, pobre boxeador bruto, de ser amado por ella (…)”.

Ludwig Van Beethoven a su “amada inmortal”

Esta carta es más conocida por la película Sexo en Nueva York, por la frase que le dedica Mr. Big a Carrie.

Día de San Valentín: Tres cartas para morir de amor

La carta: 

“Aunque sigo en la cama, mis pensamientos van hacia ti, mi Amada Inmortal, primero alegremente, después tristemente, esperando saber si el destino nos escuchará o no. Yo sólo puedo vivir completamente contigo y si no, no quiero nada. Sí, estoy resuelto a vagar por ahí, lo más lejos de ti hasta que pueda volar a tus brazos y decir que estoy realmente en casa contigo, y pueda mandar mi alma arropada en ti a la tierra de los espíritus. Sí, desgraciadamente debe ser eso. ¿Serás más contenida y prudente desde que conoces mi fidelidad hacia ti? A ninguna más poseerá mi corazón, nunca, nunca”.

"¡Oh Dios! ¿Por qué tiene uno que ser separado de alguien a quien ama tanto?, y además mi vida es ahora una vida desgraciada. Tu amor me hace a la vez el más feliz y el más desgraciado de los hombres. A mi edad yo necesito una vida tranquila y estable, ¿puede existir eso en nuestra relación?

Ángel mío, me acaban de decir que el coche correo va todos los días, debo cerrar la carta de una vez y así podrás recibirla ya. Cálmate, sólo a través de una consideración calmada de nuestra existencia podemos alcanzar nuestro propósito de vivir juntos.

Cálmate, ámame, hoy, ayer, qué lágrimas anhelantes por ti, tú, tú, mi vida, mi todo, adiós. Continúa amándome, nunca juzgues mal el corazón fiel de tu amado. Siempre tuyo. Siempre mía. Siempre nuestros.”

La fecha tiene distintas connotaciones en cada país y los regalos pueden ser variados. Algunos todavía regalan flores y bombones. Otros deciden celebrarlo de otra manera y con otros obsequios. Pero el 14 de febrero es una de las fechas que todos los años recordamos. ¡Feliz Día de San Valentín!