Carmen Acosta viajó 3.000 kilómetros en auto desde Rawson hasta Formosa para poder despedir a su mamá, Aurora Quintanade, de 81 años, quien sufría un cáncer terminal. Sin embargo, no pudo hacerlo porque le negaron el ingreso. En las últimas horas su madre murió.

Vive en Rawson desde hace trece años junto a su marido y sus hijos. En la capital chubutense trabaja en el colegio Don Bosco. Cada año se esforzaba por viajar para verla y la  última vez fue en febrero pasado, poco antes de que se declarara la pandemia y que le diagnosticaran a su mamá la grave enfermedad.

Cuando llegó a Formosa, hace cinco días, no la dejaron pasar en medio de las restricciones por la pandemia. Recién este jueves pudo entrar a territorio formoseño, pero ya era tarde. Su madre se encontraba desde el miércoles en coma y no resistió: murió antes de que su hija pudiera darle el último adiós.

"No tienen perdón por lo que me hicieron", dijo Carmen, incluso antes de la muerte de su mamá.

La mujer viajó sin descanso para darle un último abrazo, tramitó todos los permisos y sin embargo nunca le dieron una respuesta.

"Y no soy la única, cuando me mandaron de vuelta a Santa Fe, en un pueblito cercano al límite con el Chaco, había familias esperando desde hacía 40 días en una estación de servicio porque el gobierno formoseño no los deja ingresar para volver a sus hogares", dijo la mujer a Clarín.

"Viajé con una sobrina y su hija de siete meses. Hicimos un viaje larguísimo, casi sin parar y sorteando todos los obstáculos en varias provincias. Pero cuando estábamos tan cerca, cuando creí que podría ver a mi mamá consciente, en Formosa nos cerraron la puerta y nos invitaron "amablemente" a que regresáramos a Rawson. No les hicimos caso y nos quedamos en un pueblo, en Santa Fe, que está en el límite con Chaco. Subimos nuestras penurias a las redes sociales. Y se viralizaron rápidamente. Parece ser que eso le tocó el corazón a las autoridades de Formosa. Y nos avisaron que nos dejarían pasar", contó la mujer.

"Les dije: 'mi mamá se está muriendo y cada minuto que pierdo la estoy perdiendo a ella. Supliqué, les pedí de todas formas. Pero no hubo caso. Al fin pude llegar, aunque demasiado tarde. No poder despedirme como quería es un gran golpe al corazón. ¿Alguien se hará cargo de esto? Estoy segura de que no. A estos señores no les importa la tristeza del otro", decía Carmen cuando aún creía que podría ver a su mamá en coma, pero con vida.

Finalmente lograron llegar pero su madre ya estaba en coma y luego tuvo el trágico desenlace. "Ya no puedo llorar. Me quedé sin lágrimas. Nunca pensé pasar por esto" señaló-

Fuente:  ADNsur