¨La cuestión es- dijo Alicia- si puedes hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes¨¨La cuestión es- dijo Humpty- la de saber quién manda, eso es todo¨

Lewis Carroll- Alicia en el país de las maravillas.

Nunca imaginé, mientras mi madre, pacientemente como buena madre, me leía aquel cuento maravilloso de Lewis Carroll, que tantísimos años después fuera a encontrarme parado frente a la misma encrucijada que planteaba Alicia.

Las tres palabras del título refieren a cuestiones esencialmente diferentes, aunque todas estén indisolublemente ligadas a una misma realidad.

Es que en la vida suele pasar que cada fenómeno es una moneda con dos caras. Lo que nuestras autoridades han hecho en materia del Sistema de Vacunación también tiene dos caras.

Advierto, tal vez apresuradamente, que las declaraciones de muchos funcionarios, se esfuerzan por transformar la Ciencias de la Comunicación en un ¨chamuyo vertiginoso¨. Inventar eslóganes absurdos, como ¨entre la vida y la economía, decidimos a favor de la vida¨, con lo que cuesta alinear lo que se dice que se piensa con lo que se hace.

Hicieron lo que les dio la gana porque los acontecimientos políticos y sociales así lo dicen. Sin advertir que en la era de la Comunicación y las Redes Sociales, más temprano que tarde, lo actuado se iba a saber.

En la Escuela nos hubieran planteado, ¨dada una cantidad de vacunas, en un momento de tiempo, (plena pandemia), el problema es; ¿como asignarlas entre la población?.

En economía se puede abordar la solución del problema a través del precio. Asignando el bien escaso, (puñado de vacunas disponibles), a quienes estuvieran dispuestos a pagar más por ellas. En Teoría de la Decisión, a través de la Teoría de las Colas.

La primera opción es en general la preferida por los economistas excepto en casos como éste, de la vacunación, donde no es posible por restricciones políticas y sociales.

Seguramente quien esto lea, coincidirá conmigo, en que el orden establecido por las autoridades de salud, en los distintos niveles de gobierno, aparecía como razonable.

Poner delante de la cola al personal esencial y luego a quienes tienen más riesgo de mortalidad así lo indican. Nadie bien intencionado se atrevería a objetar esto.

Utilizar la edad, como indicador difícil de manipular por parte de quienes serían los encargados de implementar el ¨operativo distribución¨, evitando que la ¨discrecionalidad¨ apareciera en escena. Tampoco.

Pero la discrecionalidad, ese lugar tan común entre nosotros, estaba atenta a meter su garra.

Resulta fácil advertir, si nos detenemos a dar una mirada atenta a nuestro entorno, (Esquel, por caso), que cualquier mecanismo de distribución en manos de las entidades del Estado, genera problemas potenciales. Mercados negros, ejemplo de lo que digo el ¨dólar blue¨, ese oscuro objeto del deseo que obnubila a una gran mayoría de los argentinos.

No se interprete mi afirmación como un juicio de valor, solamente como un ejemplo que me facilite construir la idea que pretendo expresar.

Sobraban evidencias, que en la Argentina existían tentaciones, para que algunos se adelantaran en la cola de la distribución de vacunas.

Claramente, esas tentaciones existentes en el ADN Argento, no eran fáciles de evitar, pero obviamente el problema se agravó, cuando los primeros violadores del orden establecido, fueron los funcionarios que debían velar por el estricto cumplimiento de lo que habían escrito y se habían comprometido a garantizar, y en lugar de eso decidieron asignar una parte del puñado de vacunas disponibles, a amigos y militantes.

La cara oculta de la moneda que nos falta ver es la que da cuenta que, esas tentaciones desatarían la crisis política más importante que deba resolver el Presidente Fernández.

La crisis provocada por la interminable lista de vacunados contra el COVID-19 sin tener la edad necesaria o sin haber respetado el protocolo de turnos y de prioridades.

La sociedad eligió un tema que le aflige y el periodismo debe informarle sobre esas aflicciones.

Solamente una sociedad anestesiada No hubiera reaccionado ante semejante cúmulo de arbitrariedades y mentiras justificatorias.

Somos muchos los esquelenses que estamos esperando la vacuna, ancianos y enfermos que necesitan recuperar la esperanza de que seguirán vivos.

Por eso, como vecino interesado, le pido respetuosamente al Intendente Ongarato, que como Jefe Comunal disponga, una acción comunicacional dirigida a, dar a conocimiento público, en forma urgente lo actuado por el COEM local, y las Autoridades Sanitarias en relación al SISTEMA DE VACUNACION desarrollado en nuestra ciudad.

Protocolo vigente para ordenar el Sistema de Vacunación. Cantidad de vacunas de primera y segunda dosis, recepcionadas por la Autoridad Sanitaria local. Cantidad y listado de turnos otorgados, cantidad de vacunas suministradas en función del protocolo vigente de primera y segunda dosis. Cumplimiento del régimen de prioridades. En fin, todo aquello que contribuya a la gestión transparente de un tema complejo

La vacuna que no llega es la esperanza de muchos de nuestros vecinos que se pierde.