El popularmente conocido como TOC (trastorno obsesivo compulsivo), es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por pensamientos irracionales (ideas fijas, recurrentes y persistentes que causan inquietud, temor, ansiedad o aprensión).

A su vez, estos pensamientos obsesivos generan en la persona que los padece una reacción conductual que se traduce en compulsiones, es decir, en actos repetitivos cuyo fin es evitar las consecuencias de los propios pensamientos (si no cuento hasta 8 antes de entrar, va a ocurrir una catástrofe). La persona puede reconocer que son actos absurdos, pero si no los realiza, aumenta su ansiedad.

Uno de los TOC mas frecuentes es el de la limpieza compulsiva. La ansiedad de la persona radica en la contaminación que puede experimentar su cuerpo o en el contagio de enfermedades a través de los objetos que toca. Los individuos con este TOC suelen lavarse las manos reiteradas veces al día y limpian su hogar de manera muy meticulosa, ayudándose de desinfectantes.

La cuarentena es un momento especialmente vulnerable para las personas que padecen este tipo de trastorno:

Estas personas después de varias semanas, meses en algunos casos, haciendo tratamientos donde el paciente se enfrenta al objeto o idea temida, ya sea directamente o con la imaginación, y es alentado a evitar sus rituales. Por ejemplo, un paciente que se lava las manos compulsivamente es instado a tocar un objeto que cree que está contaminado. Posteriormente, es alentado a evitar lavarse durante varias horas, hasta que la ansiedad se haya reducido en gran parte.

Estas personas que se enfrentan incluso a tirar productos como alcohol en gel, lavandina, lisoform y a evitar procesos de limpieza, ahora reciben el mensaje para que hagan todas las cosas que han venido esforzándose en NO HACER. Esto puede resultar muy conflictuante.

TOC: La obsesión por la limpieza y la cuarentena

Es muy importante tener claro que las compulsiones en el pasado (lavado excesivo de manos, desinfecciones, etc.), no eran proporcionales al riesgo REAL, no eran lo indicado, ni lo que las demás personas hacían y, por lo tanto, era excesivo.

Lo que hacen ahora, siguiendo las normativas del Ministerio de Salud, implica un cuidado adecuado para el riesgo presente. Están siguiendo instrucciones. Hay una razón legítima para esto, todos lo están haciendo.

Es importante destacar que no necesariamente una obsesión va a convertirse en un trastorno. Lo será cuando esos pensamientos, también impulsos o imágenes mentales, y las acciones repetitivas que muchas veces los acompañan, interfieran en la vida de la persona. Se suele hablar de trastorno cuando obsesiones y compulsiones se presentan durante más de una hora al día, afectando a las actividades cotidianas, a la vida familiar, social, laboral o académica de la persona.

De todos modos, es muy importante estar atento sobre la propia salud mental y ante la duda consultar a un profesional.

TOC: La obsesión por la limpieza y la cuarentena

Lara Kraiselburd. Psicóloga clínica.

Enfoque basado en evidencia. Psicología positiva.

Instagram: lara.kraiselburd