Ni Belgrano ni Independiente: ¿quién fue el primer campeón del fútbol esquelense?
Mucho antes de los clubes actuales y de la Liga del Oeste, Esquel tuvo su primer campeón. El título se definió en dos partidos que se disputaron entre las fiestas de Navidad y Año Nuevo de 1920 y 1921. Un relato del tiempo en que se jugaba con boina, pantalones largos y, a veces, corbata.
En Esquel, el fútbol no nació de un club ni de una liga, sino de un grupo de vecinos que se juntaban a jugar cuando el pueblo todavía era apenas un caserío. Antes de que existieran tribunas, camisetas oficiales o árbitros designados, aquí ya se corría detrás de una pelota de tiento.
Y así como el primer partido “oficial” —aquel encuentro organizado por Jorge Pryce en 1911— quedó grabado en la memoria local, hubo otro hito que marcó para siempre la identidad deportiva de la ciudad: la consagración del primer campeón esquelense.
Esa historia, reconstruida gracias a los textos del Diario Esquel y los libros “Esquel – 100 años” y “Hechos y Protagonistas”, todos disponibles en la Biblioteca Pública y el Archivo Municipal de Esquel, nos lleva a los años en que los partidos se jugaban entre Navidad y Año Nuevo y algunos futbolistas usaban corbata.
El fútbol empezaba a tomar forma y pueblo aprendía a jugar
En los primeros años del siglo XX, el fútbol comenzaba a expandirse masivamente en todo el mundo. En Esquel, este deporte empezaba a tomar forma con la conformación de los primeros equipos.
El libro “Esquel – 100 años” describe aquellos inicios con claridad:
“Los antecedentes del fútbol en Esquel nos remontan a los orígenes del pueblo. Equipos de extranjeros contra criollos, de Esquel y la Colonia 16 de Octubre, de empleados nacionales y vecinos de barrios, son registrados por la memoria local.”
El encuentro de 1911 —que ya fue contado en otra nota histórica— marcó el punto de partida. El Diario Esquel lo recordaba así: “El partido se jugó el 12 de octubre de 1911, y ese fue el comienzo de nuestro fútbol.”
Pero pasarían casi diez años más hasta que alguien imaginara que aquellos “picados” podían tener un campeón.
El Peligroso y El Cosmopolita
En la Edición especial de la sección Deportes del Diario Esquel, del 24 de Febrero de 1980 (Autores: Daniel Díaz, Ricardo Bestene y Jorge Fernández), se encuentra un detallado relato de cómo surgió el histórico encuentro entre los equipos “El Peligroso” y “El Cosmopolita”.
“Por el año 1915, se formó un equipo llamado ‘El Peligroso’, y de vez en cuando realizaban algún cotejo. Hasta que en 1918, aparece un nuevo equipo: ‘El Cosmopolita’, donde algunos jugadores, muy pocos, ya usaban botines y pantalones cortos, ya que en ese entonces, aunque es difícil de creer, hasta se jugaba con corbata.”
El mencionado texto relata que ambos equipos convivieron algunos años, cruzándose en partidos informales.
Pero a fines de 1920 tomaron una decisión que cambiaría la historia local: jugar dos encuentros para definir quién era el campeón de Esquel.
Era, en la práctica, la primera final de fútbol del oeste chubutense.
El primer partido: 25 de diciembre de 1920
Según el texto de Néstor Santomassimo, en el libro “Hechos y Protagonistas – Cincuentenario de la Liga de Fútbol del Oeste del Chubut”, en aquellos años había poca competencia en fútbol. “Los partidos no se programaban, surgían solos”, señala el autor.
"Luego de tres años de jugar por el asado, estimularon el ingenio y ‘El Poderoso’ y ‘El Cosmopolita’ decidieron legalizar los picados y se desafiaron a partido y revancha para consagrar al primer campeón de fútbol de Esquel.
Según las crónicas, el primer encuentro se dsiputó el 25 de diciembre de 1920, en un feriado al mediodía. El Peligroso se impuso por 1 a 0 en un partido que los cronistas describen como reñido y lleno de expectativa.
La revancha: 1 de enero de 1921
El texto citado anteriormente remarca que, lejos de los excesos de fin de año, los equipos volvieron a enfrentarse apenas un día después de brindar, el 1 de enero de 1921.
Según el Diario Esquel:
“A pesar de las fiestas de fin de año, que hacía prever algunos desmanes extradeportivos, el espíritu de leal competencia fue superior y los espectadores disfrutaron de un comienzo de año a todo fútbol.”
El resultado volvió a favorecer a El Peligroso, esta vez por 3 a 1, sentenciando la serie y coronando así al primer campeón de Esquel.
Quiénes jugaron aquellos partidos
Las alineaciones, tomadas de las publicaciones de la época, permiten imaginar la postal de esos días:
EL PELIGROSO: Tommy Williams, Jorge Woodley, G. Piugh (o Puig, según versiones), Alvarez, Juan Lende, José R. Moré, Alfredo Martínez, C. Roberts, Mauricio Humphreys y Larsen.
EL COSMOPOLITA: N. Romegialli, A. Romegialli, C. Alvarez, Antonio Guitart, Eduardo Arrúa, Guillermo Diantina, Oscar Wilde, Gerardo Smith, A. Larsen y E. Diantina.
La fiesta del campeón: champagne y galpón
La crónica periodística agrega un detalle imperdible sobre la celebración:
“Una vez que El Peligroso se adjudicó el trofeo, se realizó una fiesta en un galpón que estaba donde hoy es la sede del Club San Martín. En la oportunidad se festejó con abundante champagne y usó de la palabra el señor Antonio Martínez, que fuera gerente de la Sociedad Anónima.”
En ese galpón, entre brindis y abrazos, se dio la primera celebración de muchas que vendrían años posteriores, con nuevos clubes y más jugadores que dieron pie a la tradición futbolera de Esquel.
Nuevos clubes, nuevas historias
Con los años, el deporte se institucionalizó. El libro “Esquel – 100 años” recuerda: “En 1927 se fundó el Club Atlético Argentino… En 1930 nació el Club Independiente Deportivo y en 1934, el Club San Martín, que marcó una diferencia… optó por contar en sus filas exclusivamente a vecinos de Esquel.”
Detrás de estos clubes aparecerían también las figuras que llevarían el nombre de Esquel mucho más lejos: Héctor “Palalá” Willhuber, Claudio Campos, Aldo Pedro Duscher.
Todo eso comenzó, de algún modo, con El Peligroso y El Cosmopolita.
En una época donde los equipos se armaban con vecinos del pueblo, donde algunos jugaban con corbata y otros con botines gastados, el fútbol comenzaba a despertar la pasión que hoy atraviesa generaciones.
Como escribieron los cronistas en 1980, a 59 años de aquella final: “Levantemos hoy la mirada para rendir nuestro homenaje y luego, como en esa tarde de hace 59 años digamos ¡Hurra campeones!”
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Fuentes:
- Diario Esquel (24 de febrero de 1980, edición especial Deportes).
- Libro “Esquel – 100 años”.
- “Hechos y Protagonistas – Cincuentenario de la Liga de Fútbol del Oeste del Chubut” de Nestor Santomassimo.
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Agradecimiento especial al personal de la Biblioteca Pública Municipal, del Archivo Histórico y del Museo Histórico Municipal de Esquel por el material bibliográfico y fotográfico aportado.
