La llegada de los patrulleros a la Iglesia tenía directa relación con el exceso de invitados a un casamiento que  violaba la disposición vigente vinculada con la prohibición de realizar reuniones sociales.

La ceremonia se realizó el domingo, cerca de la 11 de la mañana, en la Iglesia San Juan Bosco, ubicada en la pequeña localidad pampeana de 25 de Mayo, a tan solo una cuadra de la comisaría. Allí el sacerdote Jorge Hidalgo llevaba adelante un casamiento con la presencia de 20 personas.

Los invitados para no llamar la atención tuvieron la precaución de dejar los vehículos estacionados a varias cuadras y de esta manera llegaron caminando a la iglesia. Pero como sucede en los pueblos pequeños, los vecinos vieron todo y llamaron a la policía para alertar lo que estaba pasando.

Los familiares de la pareja no saben con certeza quien fue el denunciante, pero se supo de unas veinte personas que caminaban por el centro de la localidad, vestidas especialmente para la ocasión,

Cuando el personal policial llegó, tomaron las precauciones de rigor eclesiástico y decidieron esperar que finalice el sacramento.

Una vez que los novios intercambiaron los anillos y se escuchó el clásico "el novio puede besar a la novia", uno de los agentes se acercó sigilosamente hasta el cura para informarle que debía finalizar la ceremonia.

Luego cuando lograron controlar la situación, le tomaron los datos a cada uno de los invitados e incluidos los sacerdotes, quienes fueron notificados por los artículos 205 y 239 del Código Penal.

Mientras tanto la Iglesia San Juan Bosco quedó clausurada y a disposición de la justicia.

Cabe destacar que en La Pampa se puede dar misa y llevar adelante los actos sacramentales, pero con solo diez personas, incluido el sacerdote.

Fuente: mejorinformado.com