Este domingo 25 de junio se llevaron a cabo los comicios en la provincia de Córdoba, donde se votaron los cargos de gobernador vicegobernadorlegisladores provinciales e integrantes para el Tribunal de Cuentas. Martín Llaryora se impone ante Luis Juez por una diferencia de 3 puntos.

De esta manera, con el 94.9% de las mesas escrutadas, en primer lugar se ubicaba Martín Llaryora, de Hacemos Unidos por Córdoba, con el 42,8%. En el segundo puesto Luis Juez, de Juntos por el Cambio, con el 39,8%. Mientras que en el tercer puesto se situaba Aurelio García Elorrio, de Encuentro Vecinal Córdoba, con 3%.

La Unicameral refleja una sorprendente paridad entre oficialismo y oposición, mientras hubo quejas desde el arco político de Córdoba por la lentitud del escrutinio.

En ese marco, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) confirmó que iniciará una investigación administrativa por este tema. Sin embargo, garantizó la “transparencia” del comicio.

LLARYORA SE ADJUDICÓ LA VICTORIA

“Todo el mundo tiene las actas y todos sabemos que la tendencia es irreversible. Tenemos el conteo provisorio con más del 90% de los datos y con una diferencia a nuestro favor de más de 50 mil votos”, exclamó Martín Llaryora alrededor de las 2 de la mañana, presentado como el “gobernador electo” de la provincia de Córdoba, a pesar del demorado recuento de los votos.

Llaryora reconoció el problema, pero dejó claro que no respondía a la responsabilidad del oficialismo. “No es nuestra culpa”, aseguró el autoproclamado gobernador electo que afirmó que "pese a las demoras la tendencia es irreversible” y que los más perjudicados por el retraso eran los cordobeses y “nosotros”, porque “nos merecemos festejar después de tanto esfuerzo”.

“Me da mucha pena porque a esta altura en una provincia con la tecnología como la que tenemos ya deberíamos tener el escrutinio terminado”, insistió Llaryora en abierto reclamo a la justicia electoral.

Respecto a lo que será su Gobierno, el candidato oficialista agradeció a “todos los cordobeses”, “a los que me votaron y a los que no”, y enseguida aseguró que “empieza una nueva era, somos una nueva generación, tenemos otra manera de hacer política”, en una sutil diferenciación con el fallecido José Manuel De la Sota y el actual gobernador Juan Schiaretti, los líderes históricos del “cordobesismo”, a los que se preocupó de recordar a la hora de la victoria.