Fue en las primeras horas del 1 de enero cuando el grupo de detenidos en los calabozos del Pueblo del Molino iniciaron una revuelta.

Uno de los detenidos, de amplio prontuario prendió fuego un colchón para llamar la atención de los guardias. Se trata de un individuo que ya había generado situaciones similares en otros espacios de detención .

En principio prendieron fuego un colchón para llamar la atención de los guardias, lo que fue desactivado por el propio personal.

De todas maneras se pidió la asistencia de profesionales de la salud para que realicen un chequeo a los detenidos por la falta de oxigeno que se podría haber generado.

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