Un hombre que asegura ser sacerdote y dice llamarse Gerardo Enrique Rojas Barrientos generó preocupación en las últimas horas en la comunidad católica de la Patagonia. 

Proveniente de Chile, cruzó a la localidad rionegrina de El Bolsón, donde se presentó como religioso en el hogar Emaús, una institución que funciona en el predio de la Parroquia Nuestra Señora de Luján y brinda refugio a personas en situación de calle.

El individuo afirmó ser costarricense —aunque en otras ocasiones dijo ser mexicano— y relató haber sido estafado en la ciudad chilena de Puerto Montt por otro supuesto sacerdote. 

Según indicó, se habría desempeñado como clérigo en una “iglesia disidente”, sin vinculación con la estructura oficial del Vaticano. Sin embargo, nunca presentó documentación que lo identificara ni avalara su condición eclesiástica.

Detectan a un falso sacerdote que pidió refugio en El Bolsón y generó alerta en la Patagonia

El Hogar Emaús de El Bolsón, donde el falso sacerdote pidió alojamiento. 

Cruzó desde Chile y pidió alojamiento en un hogar católico

El martes pasado, Rojas Barrientos solicitó asistencia en El Bolsón. El obispo Juan Carlos Ares, con sede en Bariloche, explicó que al enterarse de su presencia se realizaron consultas con autoridades eclesiásticas de Chile, y se determinó que el relato no era consistente. “Se presentó diciendo que era sacerdote, pero no quiso mostrar ninguna documentación, solo dejó un número de celular con característica de Estados Unidos”, señaló Ares en diálogo con el diario El Cordillerano.

Desde el Obispado de Bariloche se advirtió a la comunidad sobre la situación, recomendando tomar recaudos, ya que el hombre posee antecedentes por falsedad de identidad, utilización de documentos apócrifos y causas penales en Centroamérica.

El caso no sería aislado. En octubre de 2024, la Diócesis de Cuernavaca, en México, alertó sobre la presencia de un falso sacerdote que aseguraba ser costarricense, mientras que en Costa Rica también se registraron denuncias similares contra un supuesto exorcista del Vaticano, sin nombre identificado pero con características coincidentes.

El obispo Ares expresó su preocupación y fue enfático: “Lamentablemente vive de esto. Quiero advertir a los fieles porque un impostor hace mucho daño”.

Fuente: LMNeuquen