El secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio de Esquel, Miguel Álvarez, se refirió al funcionamiento de la obra social OSECAC, sobre todo teniendo en cuenta el contexto de pandemia.

"Yo no estoy emitiendo órdenes, pero no tenemos cortes y para mí eso quiere decir que está funcionando bien", consideró Álvarez.

De todas formas, subrayó que la situación actual trae diversos problemas inevitables: "Los hoteles en Buenos Aires están ocupados por la pandemia, la obra social tiene un montón de gente en la casa que trabajan vía online y se hace difícil adecuar toda esa estructura a estos tiempos, que son extraordinariamente malos".

"Se necesita una gran vocación y una gran capacidad de la gente para poder adaptarse", afirmó.

En este sentido, señaló que hay mucha gente que no es del sector de comercio que quiere ingresar a la obra social, pero intentan limitarlo para "poder cumplirle al empleado de comercio que hace su aporte y a la empresa que hace las contribuciones".

También apuntó que OSECAC no recibe los aportes de forma directa, sino que se canalizan a través de la AFIP: "El gobierno entrega a la obra social de a puchos y en cuentagotas lo que le corresponde". Por eso, valoró que tiene "una buena administración" que hace posible funcionar a pesar de no poder contar con mucho dinero propio.