In memorian Juana Adelina Cid - González Las despedidas definen uno de los momentos más intensos en nuestras vidas, aunque sean previsibles (como en este caso). Aquí, la previsibilidad no le resta emoción ni ternura a lo definitivo de esta ausencia, que a partir de hoy inicia el camino del recuerdo. A lo largo de sus 95 años, Juanita nos mostró cómo la fuerza de voluntad, la transparencia en la acción y la actitud optimista son los pilares básicos para encarar cualquier desafío que la vida nos presenta. Y, uniendo la palabra al hecho, dejó la montaña esquelense y se vino a la costa a disfrutar de su abuelidad con más nietos y bisnietos nacidos por este lado del mapa. Al momento de su partida, nos quedamos con una idea muy frecuente que acompañó sus últimos años: "la felicidad no es un destino, es la actitud con la que se viaja por la vida" Una idea que seguramente nos ayudará a poblar esos vacíos que nos esperan cuando su ausencia, tan presente, se instale inexorable en nuestras vidas... Buen viaje, mamá, y gracias por estar, siempre. Tus hijos, Inés y Néstor.