El homicio de Fernando Villarroel ocurrido el domingo 23 de octubre por la noche conmocionó al barrio Matadero, que este martes en la audiencia de apertura de investigación contra el imputado por el crimen reclamó justicia. 

Según la acusación de la fiscalía, el hecho investigado comenzó aproximadamente a las 22.10 en una vivienda de calle Maestros Patagónicos donde se encontraba la víctima -que no vivía allí-, junto a cinco amigos. Por ahí pasó caminando un grupo de tres hombres, entre ellas el imputado que portaba un cuchillo y otro que llevaba un arma de fuego.

Comenzaron a arrojar piedras contra el domicilio y a efectuar disparos. Ante esto, las personas que estaban en el interior salieron al patio y les pidieron que se detengan ya que había nenes en el lugar.  En ese momento, el acusado que ahora está detenido le asestó una puñalada a Fernando Villarroel, con intención de causar la muerte, provocándole una herida profunda en el tórax que generó su deceso a las 22.30, en el Hospital Zonal de Esquel. 

El funcionario fiscal Martín Robertson explicó en diálogo con Notas de Radio por FM Sol que en un inicio “las circunstancias eran bastante confusas”. Sostuvo que lo ocurrido en sí no se prestó a confusión, pero eso se generó al arribar la policía dado que “aparecieron muchas personas”, algunas asistiendo a Fernando y otras atacando a piedrazos a los efectivos. 

Señaló que cuando salieron los ocupantes de la casa a pedir que se retiren “la persona detenida comenzó a atacar con arma blanca, lesionó a otros y le asestó el corte mortal a Fernando”. Al parecer, durante la caravana por los festejos del campeonato obtenido por Boca Juniors “se habrían mirado mal”. 

“Cuando pasaron por enfrente de la vivienda, empezaron a gritar cosas, tirar piedras y disparar con un arma de fuego, y el detenido empezó con las puñaladas", relató.