Félix Baliente, esa voz familiar que nos encuentra a todos
El locutor y músico Félix Baliente se dio el gusto de cantar en cuarentena con sus hijos y nietos, herederos de su pasión. La trayectoria de esta voz entrañable de Esquel, que resuena por aire y tierra.
Félix Baliente es de esas voces hondas, queridas que los esquelenses reconocemos como propias. Este maestro, locutor, ex director de Cultura, compositor, cantor y bailarín de folklore, es protagonista de la música popular de Esquel, pero además, es un inquieto artista que hoy transmuta en sus hijos y nietos.
Félix transitó la pandemia del modo que mejor conoce: al son de la música, pero a distancia. En los zoom que compartieron en cuarentena los Baliente e Hijos pudo verse a tres generaciones haciendo y viviendo música. Félix junto a sus hijos Sonia, Yanina, Guillermo y sus nietos Camila, Gastón y Joaquín encontraron la mejor forma de honrar los encuentros familiares virtuales propios de la pandemia preparando temas populares con arreglos propios que tuvieron mucha repercusión.
Claro que la voz de Félix es familiar no solo para sus hijos. Varias generaciones se sienten como en casa cuando la escuchan. Es una voz que encuentra, que cruzó el aire una y mil veces desde la Radio Nacional, donde honró el oficio de locutor durante 30 años, pero además llegó a tantos vecinos de Esquel como presentador y animador, como preceptor que silbaba y cantaba en los pasillos de las escuelas y fundamentalmente como cantor y músico sureño en escenarios de toda la zona.
Nacido en Corrientes, es hijo de un gendarme que llegó a Esquel en el año ´53, cuando Félix tenía ocho años. De sus diez hermanos, es el único cantor. "En casa mis tíos eran todos chamameceros, papá tocaba la guitarra, cantaba y era buen bailarín, pero nadie se dedicó a la música" relata. Lo llamativo es que Félix es el único que eligió Esquel para quedarse cuando todos se fueron en el ´63. Tenía claro que no quería perder más años de estudio, quería recibirse de maestro y empezar a trabajar rápido. El resto de sus hermanos se radicó en Rosario, pero él asegura que la llanura no es lo suyo: "cuando iba a visitarlos la montaña me llamaba".
Su historia con la música es muy intensa y variada, con un acceso total a autores y músicos debido a su trabajo en la radio y un gran conocimiento de la escena local. "La facilidad de conectarme con gente hizo que tuviera varios grupos" relata. Por una parte afirma que "el canto me ha salido siempre muy particular" pero se define como compositor, con una especial inclinación por las letras de poetisas mujeres de la Patagonia, dentro de lo que es el folklore "aunque no a ultranza" aclara.
"Siempre fue una cuestión de grabar música patagónica. Una cuestión de componer la melodía simple con guitarra, que es mi instrumento de creación". Dos de sus temas son emblemáticos de esta región, ambos con letra de Irma Osorio, uno sobre Trevelin, que se llama "Mi Pueblo del Molino" y el otro es un aire de lonkomeo "Lo que queda", que ha sido homenajeado hace unos años por la orquesta infanto juvenil Pú Pichikeché, e interpretado por el cantor Eduardo Paillacán, entre otros.
"El folklore, o la música popular es donde me siento cómodo. Aprendí y lo bailé mucho. Integré un grupo de baile durante diez años en Esquel que se llamaba "Los chúcaros". Fue en la década del 70, lo dirigían los abuelos Figueroa, que fueron como padres para mí. Hicimos muchas presentaciones" recuerda Félix.
Si bien no tuvo una formación académica musical y lo marca como algo que quedó pendiente en su historia, el contacto con tantos grupos a través de los años fue fundamental para que hiciera un camino como compositor, guitarrista y cantor. Uno de los primeros grupos que integró, aunque por muy corto tiempo, fue de rock y tuvo mucha trascendencia en Esquel: se llamó "Los Esqueletos", nació a fines de la década del 60 y los 70 y uno de sus mentores fue el baterista y dueño del boliche Kapañuma, Jorge Tascón, quien falleció recientemente. "Indudablemente mucha juventud bailó al compás de este grupo" recordó.
Félix menciona algunos de sus compañeros de ruta: el músico local Jorge Criado; el Grupo Vocal 4, junto a Chele Díaz, Emilio Salazar y Luis Suárez con quienes grabó un disco de recuerdo hace poco tiempo. Integró el grupo de folklore elaborado "Nueva Música" donde estaban Pedro Silva, Ronaldo Varela, Rodolfo Lombardelli, Ceferino Torres. También hizo dupla con Miguel Curaqueo en el conjunto ABC, y sigue la lista de colaboraciones.
Como solista, estuvo en festivales, concursos, fiestas del esquí y cientos de escenarios. Un par de años antes de jubilarse nació el disco "Herencia". Félix bromea que "es lo único que van a heredar mis hijos, porque de herencia material, nada. Lo nombré así porque están casi todos mis hijos cantando o tocando". Salió en 2008 y tiene canciones propias y de autores patagónicos en su totalidad, como Valeriano Avilés, Chele Díaz, Jorge Criado, Héctor Raúl Osses, pero además está arreglado por el prestigioso compositor de Gaiman, Héctor Ariel Mc Donald.
Uno de los temas que grabó con sus hijos:
Las nuevas generaciones musicales
"Es fundamental el impulso que tiene la formación musical. La gente joven viene empujando con los experimentos, la parafernalia técnica y pronto van a comenzar a salir camadas de chicos que van a empezar a hacer música con un sustento más académico. Las generaciones que hoy están estudiando por ejemplo en el Instituto de Formación Docente van a cambiar la música. Dentro de unos años cinco, diez, vas a ver más guitarristas, charanguistas, percusionistas con otra formación y un producto más acabado" valora Félix.
En este sentido, si hay algo que no se le pasó a él y a su esposa, Silvia Carosso fue criar a sus tres hijos rodeados de música e instrumentos. Dos de ellos siguieron ese camino en forma profesional. Sonia es Licenciada en Dirección Coral con residencia en Trelew y Guillermo es músico y operador de sonido, tiene una banda y vive en Rosario. La otra hija, Yanina, se inclinó por el deporte pero canta desde pequeña y disfruta de hacerlo en familia y con sus hijos.
"Las canciones en familia surgieron hace unos diez o quince años. Hicimos un par de espectáculos con distintos formatos y nombres. Fuimos haciendo distintos estilos con arreglos donde ponemos un poco mi hermano y yo. En la cuarentena nos animamos a más y la verdad que gustaron mucho -cuenta su hija Sonia. "Si uno vive en un mundo donde la familia tiene actividad artística es esperable que lo tenga como hobby o lo elija. En mi casa, Yanina y yo lo vivimos muy juntas, cantábamos y participábamos de todo. Como mamá y papá cantaban en el coro municipal y en el coro provincial, estábamos en todos los ensayos y encuentros. Yo empecé la carrera en la Polivalente de arte y mi hermano, que nació prácticamente con la guitarra en la mano, eligió seguir música".
Canción Familiar: Oración del Remanso (Jorge Fandermole) con Miguel Curaqueo en acordeón
"Papá es una persona con una visión muy abierta a nivel cultural, atento a las vanguardias. Además, es un tipo muy organizado, con una gran habilidad de coordinación y liderazgo. Más allá de su completa actividad musical tiene toda otra parte como gestor cultural con la que dejó su impronta en esta zona", define Sonia a Félix, un hombre que a través de la palabra y el canto tiene el privilegio de tocar el corazón de los esquelenses.
Su hija lo definió hace poco en un saludo por el día del padre: "mi viejo nos enseñó a tocar la guitarra, a cantar, a escribir sin errores de ortografía, a no llegar tarde y ¡nos hizo bosteros!, ¿qué más se puede pedir?".
Canción familiar: Qué Bonito (Rosario Flores)