Todo sucedió el jueves por la noche cuando se registró el llamado de emergencia de una oficial pidiendo refuerzos y alertó a la Comisaría de la Mujer de un conflicto familiar que se desarrollaba con violencia en la calle Julián de Castro al 600. Lo cierto es que un individuo había ingresado en la casa de su ex pareja y terminó recibiendo una paliza.

Según indica el Diario Jornada, al recibir la novedad, el personal de la Comisaría Cuarta se dirigió al lugar, donde pudo detener a un hombre que minutos antes había agredido físicamente a su expareja.

Según indicaron fuentes policiales, el atacante llegó bajo los efectos del alcohol al domicilio queriendo golpear a su expareja, con la que tenía una prohibición de acercamiento vigente. Pese a la intervención de una efectivo de la Comisaría de la Mujer, el hombre alcanzó a golpear a la mujer y a la empleada policial, quien pudo solicitar apoyo.

En este caso, los testigos contaron que al llegar a la vivienda observaron cómo el hombre recibía una brutal golpiza de sus hijos, que intercedieron en el conflicto para defender a su madre.

Finalmente trascendió que los jóvenes fueron trasladados a la dependencia policial, mientras que el agresor fue derivado al Hospital Zonal por las heridas de la golpiza.