Por Milagros Nores

"La montaña es la montaña", decía El Flaco, y ellas lo tienen claro. Son mujeres que conquistan mucho más que senderos, bosques y lagunas de Esquel a su tiempo y ritmo. Entendieron que entrenar al aire libre trae todo lo que está bien. En esta nota, exploramos sus beneficios con tres de las entrenadoras de Esquel que no paran de sumar mujeres a sus filas: Paola Otarola, Verónica "Pitu" Ramírez y Jessica Herpsomer.

No es una sorpresa que los deportistas de Esquel son reconocidos en todo el país. Ellos siempre están, solo que hace poco les abrieron las puertas cuando flexibilizaron la cuarentena y los vimos volver con todo, con nieve, lluvia o viento, ocupando su porción de calle o sendero en los circuitos que ofrece la zona. Con la pandemia y el encierro, no solo profesionales sino también amateurs valoraron como nunca hacer deporte en el paraíso. Carrera, ciclismo, trail, senderismo. Actividades al aire libre en solitario, en grupo o con instructores en todas las estaciones del año experimentaron un gran crecimiento en los últimos años.

Entrenar en la montaña: Una pasión de mujeres
Paola Otarola

"Las Águilas Running", de Paola Otarola

Paola Otarola es personal trainer. Su primer grupo nació hace seis años y hoy tiene grupos de mujeres de 20 a 70 años. "No se dio con varones pero son bienvenidos" asegura. Hace senderismo (trekking), bicicleta y trote.

Su trabajo en el hospital de Esquel desde hace más de veinte años le aporta la conciencia sobre la importancia de la salud. Se inició en el atletismo desde chica "Corrí mucho en la montaña" asegura. "En un momento mi profe vio en mí esta posibilidad de formarme como entrenadora y empecé muy de a poco. Hice el instructorado como personal y todos los cursos que pude para sumar a mi experiencia. De todos modos uno adquiere experiencia cuando pisa la montaña".

Entrenar en la montaña: Una pasión de mujeres
Las Águilas
Entrenar en la montaña: Una pasión de mujeres
Las Águilas

"Me parecía que a Esquel había que explotarla en el sentido de sacar a la gente a la montaña. Uno siente que si a la gente le golpea la puerta y la saca al aire libre, le da una mano. Empecé con una alumna, no me quería meter en un gimnasio. Llegué a tener sesenta mujeres. Eran cuatro grupos y durante un tiempo no tenía vida. Porque el personal siempre trabaja con el alumno y más en la montaña. Imaginate que no es un trabajo de profesor donde le tirás los tiempos que tiene que hacer. Esto es ir con el malón. Salís, marcás el sendero, vas y volvés con cada grupo. En un momento sentí que mi cuerpo necesitaba un descanso y me acomodé diferente".

La nieve del invierno no es impedimento. Se sale igual. En verano se exploran lugares más lejanos, caminatas más largas. Paola aclara que sus clases "No son de elite o competencia. Es salud y bienestar. Los grupos son de todas las edades porque la montaña es como que te unifica. Te esperás, sos solidario y tenés distintas habilidades. Uno va haciendo crecer el vínculo, se abre al otro en la montaña. Esto de las transformaciones es increíble, tengo alumnas que han estado cinco años en el grupo y les digo, ´águila ya tenés que volar´. Se han ido divinas, con 20 kilos menos, a seguir su rutina o buscar otras cosas".

"Ahora es un auge salir, la pandemia fue un antes y un después. El que no valoraba la montaña del todo, tomó la montaña como oro puro. A partir de esto creí necesario empezar a dar charlas para decirle a la gente que la pandemia nos dio insomnio, nervios, depresión sobrepeso, y tantas cosas. Nos dio desorden emocional. Y lo que no tenías despierto, despertó. Mis chicas me dicen, ´yo no entiendo cómo después de bañarme tengo tanta felicidad en mí´. Son las endorfinas, la felicidad que da la montaña, la oxigenación, el contacto con la naturaleza, otro panorama de la ciudad. Porque el ritmo cardíaco hay que elevarlo, siempre".

Entrenar en la montaña: Una pasión de mujeres
Correvero

"Correvero" de Verónica "Pitu" Ramírez

Es la renombrada atleta de Esquel y el país que hoy se prepara para su próximo desafío, correr la ultramaratón de 160 kilómetros en noviembre, en San Martín de los Andes. La "Pitu" es también profesora de Educación Física y Vicedirectora de la Escuela 758.

"Siempre tuve algunos alumnos particulares. En 2017, cuando empecé a cerrar mi carrera deportiva quise empezar a compartir lo que hacía y me largué. Fui arriesgando de a poquito, pero me superaron las expectativas". Alrededor de 50 alumnas la acompañan a la montaña, entre mujeres y chicos. "Apunto no a competencia, sino a iniciar a la gente al deporte, buscando una vida más saludable, conocer los lugares hermosos que tenemos, compartir con otros, respetar los tiempos de cada uno" sintetiza.

Entrenar en la montaña: Una pasión de mujeres

"No es un entrenamiento definido, exploramos calle, pista, senderismo, caminatas, trote. Tengo gente que quiere empezar a correr 1 km, otra que me dice "quiero correr hasta la Casa Estudiantil" y empezamos a trabajar con ese objetivo, por ejemplo. En un día tipo hacemos 10 km los corredores, los trotadores y los caminantes. Hacemos a distinto ritmo y nos vamos  juntando".

"La primera semana de cuarentena fue terrible para mí porque mi vida es correr. Lo he hecho siempre, como he pasado muchas cosas malas en mi vida y correr me ha motivado siempre a seguir. Lo siento parte de mí. Mi pareja empezó a verme deprimida, desarmó sus máquinas y me armó un rodillo de trabajo. Con eso empecé a trabajar en casa. Pensaba cómo llegar a la gente. Saber que muchos de ellos llegaron a mí porque estaban buscando una salida a un problema y así empezó "Vero en Casa" que es un grupo donde doy clases de Funcional. Me motivó mucho más. Los sábados nos juntábamos virtualmente a subir al Cerro 21 por ejemplo. Nos ponemos varias sillas y simulamos cómo ascender".

Entrenar en la montaña: Una pasión de mujeres
Correvero

"Mis "correvero" salen con cualquier clima. Saben que nos abrigamos. Tenemos que adecuar nuestra ropa, que sea térmica, se van equipando de a poco, unas buenas zapatillas para caminar en la montaña. Los de la tarde vienen más abrigados, ya con guantes. Y en general para no enfriarse terminan de elongar en su casa".

Según Verónica, el primer beneficio de salir a la montaña es la pérdida de peso. "Lo sienten en su cuerpo, es muy rápido de notar. Después lo que he visto es que vienen y preguntan por lo grupal, les cambia la cabeza, conocen lugares que nunca vieron. También vemos la nutrición. Hemos hecho charlas motivadoras con las nutricionistas que tengo en el grupo. Y el complemento de fortalecer con elongación, pilates o gimnasio para evitar lesiones".

Entrenar en la montaña: Una pasión de mujeres
Elegí tu manera de estar bien

"Elegí tu manera de estar bien" con Jessica Herpsomer

Jessica es maestra de nivel inicial y deportista desde la infancia. Su nombre resuena habitualmente entre las familias con niños, con los que tiene un "feeling" especial, en cada escuelita o colonia que estuvo presente. "Hasta los 14 años hice pedestrismo porque no me podían comprar una bicicleta, así que trotaba. Cuando cumplí 15 papá me regalo mi primera bici y desde ahí fue lo que más me gustó. Hasta los 18 participé y competí en regionales, argentinos, panamericanos, hasta que tuve un accidente corriendo el Tetra (Douglas Berwyn) en mi pierna. Me tomó largo tiempo rehabilitar y recuperarme".

Hace un tiempo hizo la formación para personal trainer y distintos cursos para apostar a su propio espacio de entrenamiento al aire libre, con adultos y también abrió su propia Escuelita de Montaña, a la que asisten cerca de 24 chicos de 7 a 9 años. Hoy Jessy tiene tres grupos de caminata, trote y bici. Alrededor de 22 mujeres la acompañan.

Entrenar en la montaña: Una pasión de mujeres
Elegí tu manera de estar bien

Después de la cuarentena, reconoce que se unieron muchas chicas más. "Vienen porque quieren moverse, quieren bajar de peso después del encierro. Quieren correr, hacer todo junto, o doble turno. Hay que conversar mucho para que acompañen con una buena alimentación. El resultado positivo va a ser a largo plazo, con cambios de hábito".

"No son grupos de entrenamiento. Es conocer lugares con actividad física, un cable a tierra, promover que todos lo podemos hacer. La idea es poder mostrarles esta pasión que es disfrutar el aire libre y ver los cambios que van experimentando a lo largo de las salidas. Llegar a más, tener más capacidad aeróbica, hacer grupos de amistad. Además el aire libre todo el tiempo te pone a prueba, saca lo mejor y lo peor de cada uno".