Cada 23 de abril Esquel recuerda un episodio que marcó su historia: la caída del Gimnasio Municipal "León Camilo Catena" luego de una inesperada nevada de otoño. EQSnotas.com logró el relato 

Aquel miércoles 22 de abril de 1998 nos fuimos a dormir como cualquier día. No había nada que nos hiciera pensar el desastre que iba a ser la ciudad al amanecer. El despertar del jueves 23 nos sorprendió con un manto blanco de 40 cm de nieve que cubría la ciudad.

Calles intransitables, pinos y cables tirados por el peso de la nieve era el paisaje que se observaba con las primeras luces del día.

La nieve no es un fenómeno extraño para los locales. Pero estábamos en abril, y era una nieve especial. Muy pesada.

El corte de energía eléctrica fue lo primero que alertó durante varias horas la ciudad. Inclusive algunos barrios tuvieron más de un día sin luz.

Jorge Aleuy quien era Director de Deportes y Claudia que concurría al Gimnasio Municipal como alumna de la Escuela 735 lo vivieron y lo recuerdan en primera persona.

Pese a los años transcurridos, cada palabra y cada silencio tiene el peso de la memoria clara, reciente, y hasta dolorosa.

"Muchos recuerdos vienen a mi mente de ese momento porque cuando hago memoria parece que fue ayer que sucedió y es algo que marcó mi vida como Director de Deportes. El día anterior fue normal pero al otro día amaneció nevado y yo como siempre, fui a la Municipalidad a realizar gestiones para el área de Deportes. Cuando estaba ahí  me entró como un apuro para llegar al Gimnasio porque quería ver como estaba todo" comienza recordando Jorge Aleuy.

Por su parte Claudia , en otro lugar de la ciudad recuerda "ese día me levanto para ir a gimnasia y veo que había nevado mucho, mi papá me dice que no vaya pero no le hago caso y voy. Paso a buscar a otras amigas que vivían también en el Barrio  133 y vamos caminado al Gimnasio por la Avenida Perón esquivando charcos y cables caídos. Llegamos y no había nadie solo una chica del Barrio Malvinas que también había ido a clases. Vimos a Jorge Aleuy que nos recibe y nos pregunta que hacíamos en el Gimnasio porque se habían suspendido las clases. Ante eso le pedimos una pelota de vóley para jugar un rato y de paso nos secábamos un poco así que Jorge nos da una pelota y comenzamos a jugar solas en el Gimnasio".

Aleuy continua con su relato "al ver en el camino que había cables panceados por la cantidad de nieve que tenían, que se habían caído palos y pinos estaba preocupado por ver como se encontraba todo en el Gimnasio y la Pileta, porque además se estaba haciendo la calefacción en la parte de los vestuarios del Gimnasio, estaba Galarza junto a otros compañeros haciendo esa tarea y justo en esos días la obra estaba finalizando" recuerda el ex titular de deportes de la Municipalidad.

"Cuando llegué tipo 8:45 en el Gimnasio habían unas chicas y les pregunto "que hacen chicas acá porque no hay clases hoy", yo ya había escuchado que se suspendían las actividades escolares y me dicen "vamos a jugar al vóley un rato y nos vamos" dice Aleuy. Era Claudia junto a sus compañeras que venían desde el Barrio 133

Aluey continúa su relato recordando cada detalle "Me voy al Natatorio a la parte de la cocina y veo a los gasistas del Municipio que habían terminado con la instalación en la parte de los vestuarios justo ese día, nos ponemos a conversar con unos mates de por medio y tipo 9:15  escuchamos un estruendo enorme que no sabíamos que era. Salimos para la parte trasera de la pileta para ver qué había pasado porque fue un ruido muy fuerte y ahí Galarza mira para el fondo y dice "se cayó el Gimnasio" y le digo no como se va a caer el Gimnasio. Eso era algo imposible para mí".

Claudia estaba allí mismo, escuchando cada crujido del techo "Estábamos jugando en la mitad de la cancha y empezamos a escuchar que el techo crujía, el ruido era cada vez más fuerte pero igual seguíamos jugando y de repente empezamos a ver que el lado que daba a la cárcel comienza a caerse el techo y por instinto empezamos a correr hacia la puerta. Mientras nos movíamos, íbamos viendo como caía el techo y las tribunas iban despareciendo. El polvo nos alcanzaba, no mirábamos para atrás" dice Claudia vibrando aún por el temor de aquel momento.

El rostro de Jorge Aleuy se endurece por el recuerdo y continua su relato "ahí yo recuerdo que habían unas chicas jugando y entonces grité "hay unas chicas en el gimnasio!! había unas chicas jugando!!!" porque recordaba que la última vez que las había visto estaban jugando en el parquet. En ese momento lo primero que se me ocurrió fue decirle al "Bicho" Antipan "anda a Gendarmería para que vengan ayudar y cerra la llave de gas que está a la pasada". Mientras pasábamos por la pileta para el frente, cuando salimos vemos a dos chicas que estaban afuera y les grito "¿salieron todas?" y me dicen no hay una adentro". Vamos hasta la puerta doble que estaba pegada al buffet y no podíamos abrirla pero veíamos a la chica que tenía un golpe, le hablamos y ella lloraba, parecía a punto de desmayarse. Pudimos abrirla y en ese momento  llegaron un montón de gendarmes que habían visto y escuchado lo que había pasado y venían a socorrer"

Claudia hace un silencio, respira y continúa "Corrimos. En lo único que pensábamos era en llegar a la puerta pero había quedado trabada. Salieron dos chicas y yo salí tercera. Cuando salimos era mucho polvo, la pared del costado estaba caída, el auto de Jorge debajo de los escombros, se veían los fierros retorcidos de las tribunas. Era increíble. Una de las chicas había quedado adentro y veo que llega Jorge con otras personas, muchos Gendarmes. Yo miro y veo que la chica había quedado adentro y me asusté mucho. Salí corriendo por calle Libertad hasta mi casa. En el camino cruzo un amigo que me pregunto que me pasaba que corría y le digo "se cayó el gimnasio", sigo corriendo y llego a mi casa toda llena de tierra y  barro, muy mojada. Lo primero fue contarle a  mi mamá y no me creía lo que le contaba. Después lo escucharon en la tele y averiguamos como estaba la chica que había quedado adentro" recuerda Claudia

El momento fue violento y traumático para todos. Realmente es un milagro que aquellas chicas hoy estén con vida. Aunque también hay que decir que aún llevan consigo ese crujir del techo, el ahogo del polvo del momento y la angustia de no saber como terminaría ese instante.

"Fue una desgracia con suerte porque pudimos sacar la chica, pedimos la ambulancia y fue atendida, la llevaron al hospital donde quedo en observación pero no tenía nada grave por suerte. En horas de la tarde le dieron le dieron el alta" cuenta Jorge Aleuy con un tono de alivio al recordar.

Un 23 de abril de 1998 a las 9:15 se derrumbó el techo del gimnasio municipal "León Camilo Catena" Gran parte de la historia social, cultural y deportiva de la vida de Esquel quedó  bajo los escombros y los hierros retorcidos. Allí quedó sepultado el  recuerdo de las primeras fiestas del esquí, los recitales de artistas nacionales e internacionales que desfilaron por el escenario esquelense.

Allí  quedó el recuerdo del Festival Folclórico Futaleufú donde, según dicen  los memoriosos, vinieron casi todos los cantantes y grupos folclóricos del país. Por ese piso corrieron buena parte de los esquelenses que participaron en  grandes eventos deportivos como algún campeonato argentino de básquet, la pelea por el título argentino del querido Rene "Mono" Juárez, los primeros torneos de papi futbol, los intercolegiales y, los comerciales de vóley y básquet.

En segundos todos los recuerdos de aquellos espectáculos  quedaron tapados por el polvo y la nieve de otoño que sin pedir permiso ni tiempo, bajó el telón.

Dos historias se entrelazan para contar el mismo momento, desde afuera y desde adentro del edificio.

Claudia define ese lugar como  su segunda casa "ahí pasaba horas jugando al voley. Ahí sabía que todos los años en verano tenía la colonia de vacaciones"

Para Jorge Aleuy el Gimnasio Municipal representaba "el lugar donde nunca se corría a los que concurrían sino que se trataba de que se integraran".

Después vino la historia del nuevo proyecto, la llegada del ministro Corach,  la búsqueda de fondos y las gestiones políticas y los cortes de cinta. Pero aquel evento no hay corte de cinta que lo supere.

Cada segundo está a fuego en la memoria de estos dos esquelenses. Ese día la caída de la nieve retumbó.

Fotos: Diario El Oeste