Luego de un fin de semana a pura adrenalina, los pilotos, navegantes, técnicos y organizadores de Rally Argentino hicieron una buena evaluación al momento de despedirse de la ciudad.

En esta línea, los propios organizadores que apostaron a la ciudad de Esquel, sabía que a  poco de comenzar el invierno el desafío era grande.

De todas maneras encararon el reto y resultó una fecha llena de condimentos atractivos, para el público local, para los que siguen la prueba desde otros puntos y eligieron visitar la ciudad para vivirla de cerca y para los propios corredores que en muchos casos, desconocían absolutamente el terreno que enfrentaban.

No falló el esquema de seguridad, que extremó las precauciones todo el tiempo, y tampoco la gente de la zona que ya conoce los riesgos que puede significar una actitud imprudente.

Es así que Rally Argentino se despidió además anticipando la posibilidad que el año próximo se vuelva a vivir la fiestas.