El sábado 14 y domingo 15 de junio a las 20 horas se presentará en el Auditorio Municipal de Esquel la obra de teatro “Mapuche Mollfun: La sangre tira”, interpretada por 16 personas mapuche de la ciudad y territorios cercanos. La propuesta nació a partir de un taller de teatro impulsado en 2024 por el CELLPA y se transformó en una experiencia de creación colectiva y fortalecimiento cultural.

“En abril del año pasado dimos un taller de teatro mapuche que reunió a más de 20 personas. Luego, en agosto, convocamos a un grupo exclusivamente mapuche para seguir trabajando con la idea de llevar a escena una obra. Nos reuníamos un domingo al mes, desde la mañana, y de esos encuentros surgieron historias propias, vinculadas al territorio, al despojo, a la tristeza, pero también a la fuerza y la espiritualidad”, relató Soraya Maicoño, quien coordinó el proceso junto a Darío Castro.

Los relatos escénicos hacen referencia a vivencias ligadas a lugares como Gualjaina, Costa del Lepá, Lago Rosario, Sarmiento, Lago Futalaufquen y Esquel, entre otros. “Además de la creación teatral, fue un proceso de recuperación y afirmación de la identidad, especialmente en un contexto donde muchas veces cuesta decir que se es mapuche por los discursos estigmatizantes que existen”, añadió Maicoño.

Etelvina Rojas, una de las actrices, expresó la emoción que vivió durante los ensayos: “Para mí actuar era una meta, pero esto fue mucho más. Nos convertimos en la voz de quienes callaron. Es una obra que emociona, que va a llegar al corazón. Cada historia es real, estuvo silenciada mucho tiempo y ahora la compartimos con responsabilidad”.

La actriz también destacó el carácter colectivo y sanador del proceso: “Fue muy fuerte. Lloramos mucho en los primeros ensayos, pero también nos fortalecimos entre nosotras. Compartimos dolores comunes. Fue una experiencia sanadora”.

Las funciones serán el sábado 14 y domingo 15 de junio a las 20 horas. Las entradas se pueden adquirir en el mismo Auditorio, de 14 a 20 horas.

El proceso creativo contó con el acompañamiento en dramaturgia de Melisa Stocco, quien respetó los relatos originales y les dio forma poética para la escena. También fue clave el apoyo del Instituto Nacional del Teatro, a través del programa Impacto Comunitario, que permitió cubrir traslados, alimentación y producción.

“El teatro mapuche tiene su propio ritmo y su propio tiempo. Esta obra dialoga con el territorio y con la manera que tenían nuestros abuelos de ser y de permanecer. Es un acto de memoria viva”, concluyó Maicoño.

11 de junio de 2025